Una caída libre y una subida equivalente experimentarán los dos partidos históricos el próximo 28 de abril. Eso es lo que vaticina la encuesta realizada en Andalucía por NC Report, confirmando el retroceso del PP respecto a los resultados de las últimas elecciones generales, celebradas en junio de 2016, con un descenso de casi diez puntos. En siete provincias perdería representación, un escaño en cada una excepto en Sevilla, donde se dejaría dos –pasando de 5 a 3–. Jaén es la única donde los populares mantendrían los apoyos.

En el extremo opuesto, el PSOE se beneficiaría de la fragmentación de la derecha, ya que muchos de los votos que cosecharía Vox –que crece entre 5 y 9 puntos, según la provincia– no le servirían para conseguir escaño. Las predicciones apuntan a que el partido de Santiago Abascal solo alcanzaría representación en el Congreso en Málaga y en Sevilla, con un sillón en cada una, de los once y doce en juego, respectivamente. Los socialistas sacarían de esa circunstancia una clara ventaja, rentabilizando los seis puntos de media que vaticina la citada encuesta: de los 20 diputados actuales daría un salto hasta los 28. En cada provincia aumentaría un diputado, convirtiéndose en todas en la primera fuerza política.
Ciudadanos continúa el ascenso que corroboró en las elecciones andaluzas de diciembre y se colocaría como tercera fuerza con diez diputados –tiene siete–, por delante de Unidas Podemos (UP), la otra gran perjudicada junto al PP. La coalición de izquierdas obtuvo once representantes en los anteriores comicios y bajaría a casi la mitad, seis: uno en cada provincia, exceptuando Huelva y Almería, donde solo hay en juego cinco y seis diputados.

La encuesta augura que a Vox se le abrirían las puertas del Congreso de los Diputados por primera vez. De una fuerza residual en las generales de 2016 –no sobrepasó el 0,2 por ciento de los votos en ninguna provincia– conseguiría dos diputados, uno por Málaga -con el 9% de los votos-y otro por Sevilla.

Este nuevo horizonte se asemeja al dibujado en Andalucía tras la votación de las elecciones autonómicas del 2 de diciembre. El PP cosechó el peor resultado de su historia, con solo 26 parlamentarios, pero el ascenso de Ciudadanos (con 21 sillones) y Vox (obtuvo 12) le ha permitido formar Gobierno con los primeros y el apoyo puntual de la ultraderecha.

El PSOE, por su parte, experimentó un serio varapalo que lo dejó por primera vez en democracia fuera de la Junta de Andalucía, al bajar de los 47 diputados que tenía a 33, fruto principalmente de la elevada abstención, ya que 2,6 millones de andaluces no acudieron a votar (el 41 por ciento del censo). El sondeo de NC Report no prevé que ese castigo ciudadano se repita la próxima semana cuando se decida quiénes ocuparán los 61 escaños de los que dispone la comunidad.