Paloma Cervilla.- No sé si será mejor que Santiago Abascal, el líder de VOX, se mantuviera en silencio en esta campaña electoral, como ha hecho hasta ahora. Tan solo una imagen, no demasiado acertada, asomado a un balcón ataviado con un morrión, utilizado por los tercios españoles, es lo único que hemos visto estos días. Creo que la política es algo más serio que todo esto.

A VOX nadie le puede discutir el éxito de haber encandilado a un sector de la derecha desilusionado, y con toda la razón ,con el Partido Popular. Sus proclamas, fáciles y directas, sobre la unidad de España y la defensa de los valores tradicionales, sin complejos ni matices, tienen fácil penetración en un electorado dolido por la falta de firmeza del PP. Y yo lo comprendo muy bien.

Pero otra cosa es la semana disparatada de declaraciones que estamos viendo, que no auguran nada bueno para la altas expectativas electorales de esta formación política. Que son muchas, pero que me parece a mí que se van a rebajar en lo que queda de campaña. Y lo digo porque ya voy viendo algunas deserciones. Hay gente que se levanta de VOX y se acuesta del PP. Y que en la misma mesa electoral puede cambiar el voto.

Solo voy a dar tres ejemplos de lo que yo considero un disparate.

La violencia de género. Yo estoy de acuerdo en que no solo hay que proteger a la mujer, que es cierto que hay hombres que también la sufren, pero desde luego a nosotras nos asesinan, en mayor número, nos matan, somos maltratadas y eso no se puede legislar de la misma manera que a los hombres. TODOS necesitamos protección, pero las mujeres, mucho más.

Y es verdad que hay que combatir el “feminismo histérico”, como yo lo llamo, y la ideología de género que se quiere imponer. Al final VOX tuvo que ceder a una de sus promesas, y votar la investidura de Juanma Moreno en Andalucía olvidando su exigencia de que se derogara la ley de violencia de género. Decir cosas cuando no se está en el poder es fácil, otra cosa es poder cumplirlo todo cuando se consigue.

Uso de las armas de fuego. Abascal apostó ayer por abrir la mano para la posesión de armas. España no es el lejano Oeste ni aquí hay un problema grave de inseguridad. Otra cosa es que uno pueda defenderse legítimamente de un atraco o asalto a tu vivienda. Introducir este debate me parece estar fuera de la realidad y dar una imagen irreal de nuestro país.

Homosexualidad. A estas alturas no se puede decir, como ayer dijo Fernando Paz, número uno por Albacete al Congreso, que a un niño gay hay que “darle terapia”.

Creo que VOX puede perder parte de lo conseguido con estas ocurrencias. Porque a esto hay que añadir que el voto a esta formación política en ciudades pequeñas es un voto al PSOE y si es al Senado hasta se pone en peligro la aplicación de un 155 en Cataluña.