Albert Rivera, rodeado de banderas europeas

(R) Albert Rivera no está sólo en su aventura infeliz para España. Ni su presencia rutilante en la actualidad es obra única de sus propios esfuerzos. Albert Rivera es el dirigente en cuya manufactura se encuentran ciertos conductos –singulares y colectivos- del Atlantismo.

Albert Rivera fue invitado al Capítulo 2017 de Bilderberg por petición expresa de George Soros. Al Rivera hiperglobalista le hicieron entender y aceptar cómo funciona realmente el mundo y que para llegar a ocupar la Presidencia del gobierno español debía tener la aquiescencia de la plutocracia internacional.

Por ello, acudió a la reunión 2017 de Bilderberg, celebrada en Chantilly, Virginia EE.UU. para ser examinado y obtener el respaldo unánime de los jerarcas de la globalización. Pero el estar presente en el Club no necesariamente significaba que Albert Rivera fuese el ungido; debía demostrar capacidad personal de liderazgo político, eficiencia en la aplicación de las medidas a adoptar dadas por la sinarquía internacional y obstrucción eficaz del disenso. No puede decirse que el catalán no se está empleando a fondo para lograr el “visto bueno” de los amos del momento.

Aborto en la sanidad pública

El líder de Ciudadanos defiende algunas de las iniciativas que despiertan diferentes sensibilidades. En el apartado de Sanidad, ha abogado por la interrupción voluntaria del embarazo. Ya dijo en varias ocasiones que no tenía pensado tocar la ley de plazos que actualmente está en vigor y garantiza que la interrupción del embarazo “podrá ser ejercida en la sanidad pública y garantizada por la Administración sanitaria”. Subraya la necesidad de “incrementar los esfuerzos para evitar los embarazos no deseados”. Para ello, apuesta por aumentar las actuaciones orientadas a mejorar la educación sexual de hombres y mujeres y el acceso y utilización de los anticonceptivos donde incluyen la píldora postcoital o del día después. Además, el líder de C´s apuesta por una estrategia nacional de educación sexual “dotada de medios y con una evaluación permanente de sus objetivos”. Esta idea sigue las pautas de interrupción voluntaria del embarazo que se lleva a cabo en Alemania, Francia, Austria, Dinamarca o Italia donde, destaca, “han adoptado una solución basada en un compromiso razonable entre intereses legítimos en conflicto, estableciendo ciertas limitaciones temporales de intervención de

Gestación subrogada y eutanasia

Otra de las medidas que contempla Rivera es su compromiso en la defensa de una regulación que contemple la posibilidad de la gestación subrogada, con el consentimiento expreso de las partes implicadas y con plenas garantías jurídicas. Una posibilidad que quieren que sea amparada por los poderes públicos para que se pueda ejercitar con el doble objetivo de amparar jurídicamente un contrato de gestación entre la gestante sustituta y los padres intencionales que garantice los derecho de las partes donde la filiación del neonato sea inequívoca. Además, subrayan que si tal contrato supusiera una contemplación económica “ésta deberá ser de una cuantía que se ajuste a los gastos razonables del proceso”.

La formación naranja también apuesta por regular lo que denomina “muerte digna”. En concreto, recoge que participa del consenso mayoritario de los países que regulan que las personas o sean ayudadas en el morir en caso de enfermedad no tratable con consecuencia irreversible de muerte o siendo paciente en fase terminal. “Defendemos la posibilidad de rechazar o interrumpir un tratamiento e soporte vital; el derecho a recibir cuidados paliativos dirigidos a evitar el dolor aunque acorten la vida, incluyendo la sedación terminal cuando el dolor no se pueda controlar y la facultad de dejar por escrito anticipadamente, mediante instrucciones anticipadas o testamento vital, la designación de la persona que representará la voluntad para el caso de quien no pueda ya adoptar ya la decisión por nosotros mismos.

Rivera ya lo había manifestado públicamente. Si llega a presidente del Gobierno regulará el cannabis. En concreto, destaca que “apoyarán las medidas legislativas encaminadas a la despenalización y regulación por parte del Estado de la producción y distribución del cannabis y sus derivados, tanto para consumo particular como para su uso terapéutico”. Sin embargo, desde el Plan Nacional contra la Droga siempre se han manifestado en contra al considerar que su legalización sería banalizar su consumo.