Así las gasta la izquierda
Fernando Sánchez Dragó.- Esta columna es hoy una correa de transmisión entre mi viejo amigo, a mucha honra, Jorge Verstrynge, y los lectores. En este territorio libre y exento de jurisdicción, sin más fronteras ni leyes que las derivadas de mi albedrío, el buen gusto y la buena educación, siempre se concede derecho de asilo a quien, solicitado o no, lo necesita.
Anoche me llamó Jorge, visiblemente divertido y algo soliviantado, por no decir indignado, para informarme de que en diario.es, cabecera digital aquejada de crónica cojera del pie izquierdo, le habían encargado una serie de artículos y de que, una vez enviado el primero, había recibido la sorprendente (o no) noticia de que la censura ideológica se había abatido sobre él y de que no lo publicarían porque los lectores habituales del periódico no soportarían (sic) su contenido.
Esto es exactamente lo que Jorge me dijo, a lo que yo, de bote pronto, le ofrecí la posibilidad de colgar ese artículo en mi blog. Accedió, le pedí que me lo enviara y aquí lo tienen. Sobra añadir que suscribo plenamente lo que en él se dice, pero que si no fuera así y disintiera yo de la opinión que su autor expresa, también lo publicaría.
HIPOCRITAS SON….
1. Los franceses, que, habiéndose comprometido a acoger 30.000 migrantes procedentes de Italia y Grecia, cerraron sus puertos ante los barcos cargados de personas y a la deriva…
2. Los que ocultan la verdad (“ongs”, tertulianos, “periodistas”…) que saben, pero no lo cuentan, que subirse a una barcaza le cuesta a cada migrante un mínimo de 3.000€. Ese dinero al sur del Sáhara, es una cantidad más que suficiente para montar una empresa o hacerse con una explotación agraria o ganadera…teniendo en cuenta que aquí no vienen cabreros, sino gente emprendedora, valiente, y con formación profesional como mínimo. Se trata de una gran sangría injusta para el país emisor.
3. Los que miran para otro lado, cuando saben que las personas dedicadas a la nueva trata de negros son las mismas que controlan el tráfico de armas hacia el sur y hacia el norte.
4. Los que ocultan que estamos ante unos traficantes que “trabajan con todas las garantías”. Sólo beneficios: una vez subidos a las barcazas y llevados a cierta distancia de la costa, a los migrantes se les abandona, y se les confía a las fuerzas de la marina europea, llamadas al rescate, vía llamada de móvil (muy barato); si llegan a tiempo, bien y si no… Desembarcados en las costas europeas, si no se les da asilo, tampoco (o muy difícilmente) se les puede echar.
5. Y ahora Alemania ofrece (porque Grecia e Italia ya no pueden más) erigirnos en nuevos campos de concentración a cambio de plata (cuando la magnitud del nuevo fenómeno migratorio para los europea, es ya una cuestión de identidad, mucho más que de dinero). Y por cierto, a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia habría que darles medios suficientes, para que controlen sus costas y las nuestras.
6. Nuestra responsabilidad como blancos descendientes de negreros (cuando eran los propios negros los que vendían negros a los árabes con fines de esclavitud): ¡nula! Ninguna responsabilidad. Nuestros antepasados hicieron la revolución francesa, ahora les toca a los “subsaharianos” (que vocablo más púdico); no debería ser tan difícil, en un continente (el africano) ahora mismo en la cresta del crecimiento económico.
7. Afirmar que acoger a estos a estas personas masivamente no creará efecto llamada es, sencillamente, insultar la inteligencia humana.
Fdo. Jorge Vestrynge.
(Addendum: me dice también Verstrynge que el multimillonario Soros -horresco referens- ayuda con subvenciones, donaciones, becas y cosas así al diario de marras. Le pregunto si ha verificado esa información y me dice que es el propio diario quien lo reconoce. Todo cuadra. A Soros, Sumo Hacedor de la decadencia del mundo occidental y de la Europa buenista, entreguista y oligárquica, le interesa, como a todos los de su casta y los de su cuerda, la importación masiva de mano de obra barata).