Terrorismo internacional, un obispo griego, africanismo en Venezuela y la llamada a Dios de un pueblo rebelde
Al César lo que es del César. Así que no me duelen prendas en reconocer los logros de la ideología mundialista cuando estos se producen. Admito que los identitarios han carecido del talento necesario para poner fin a un problema injertado en las sociedades occidentales. En cambio, los exegetas del progresismo han acabado de raíz con el terrorismo llamado internacional, que en realdad nunca dejó de ser islámico. Es mi deber felicitarles. Ni represión policial ni control de las comunidades islámicas. La solución al problema la teníamos más a mano de lo que creíamos. A decir verdad se trataba de una mera cuestión semántica, o de matiz, según se mire. Es decir, que lo que antes eran ataques terroristas ahora se han convertido en accidentes protagonizados por personas con sus facultades mentales mermadas. Y asunto arreglado. ¿Ven lo fácil que es encauzar los problemas sin tremendismos y sin molestar a nadie? Pero qué tranquilo se queda uno.
Un obispo griego ha tenido la ocurrencia, o el valor, de culpar al primer ministro y líder de la coalición de izquierda Syriza, Alexis Tsipras, del fuego que se ha extendido por el país. “El ateo del primer ministro Alexis Tsipras atrae la ira de Dios”, escribió el clérigo ortodoxo en su blog.
Sus comentarios no han pasado desapercibidos en las redes sociales, donde han sido criticados duramente, también por parte de otros clérigos ortodoxos. Mal negocio éste de apelar a las fuerzas sobrenaturales en un mundo donde, ya se sabe, Dios ha sido relegado a figura decorativa. Más o menos como ser invitado a cenar en la casa de un amigo y dejar al anfitrión en la cocina.
¿Tan horrible es que un pastor de Dios piense que los incendios de Grecia podrían ser de alguna manera la consencuencia de una población mayoritariamente ciega que atenta contra las fuerzas naturales? ¿Es tan inverosímil que un obispo ortodoxo (los católicos hace tiempo que dejaron de creer) establezca una relación causa-efecto entre Dios y las cosas que por él fueron creadas? ¿Qué ha hecho el gobierno ultraizquierdista griego para prevenir los incendios que han devastado el país? ¿Acaso le faltaría razón al obispo si se confirmara que los incendios fueron provocados por turcos musulmanes residentes en Grecia gracias a las políticas multiculturales promovidas por el primer ministro? ¿Acaso no hay una relación clara y rotunda entre el fuego desolador y un sistema económico voluntariamente esclavo del FMI y del BCE, que se quedó sin dinero para invertir en guardas forestales y sistemas contraincendios suficientemente efectivos?
Vivimos un tiempo absurdo donde lo radical, lo herético, es defender las mismas cosas que han moldeado la moral del hombre durante siglos. Si defiendes las relaciones conyugales con personas de tu propia calidad genética y espiritual, estarás atentando contra uno de los principales mandamientos progresistas: el sincretismo racial. Y no debe ser muy conforme con el Dios celeste, o con la Madre Gaia, cuando los resultados de tal sincretismo suelen ser devastadores. Pongamos por caso Venezuela, ejemplo de mestizaje y de absorción de la “cultura” africana. Supongo que se respetará mi derecho a opinar que el deterioro constante de Venezuela se ha debido a la africanización espiritual (santería, pentecostales), musical (reggaeton, bachata), política (chavismo, bolivarianismo), cultural (narcotráfico, “viveza criolla”), económica (comercio informal, prostitución, bachaqueo), gubernamental (totalitarismo irreflexivo y abusivo al puro estilo de las tribus negroides), así como la promoción constante del fenotipo africano en los medios de comunicacion, y tratar que la población se identifique más con la negritud que con la herencia hispánica. El resultado es un país en la antesala de la muerte.
Por fortuna, no todos los iberoamericanos han perdido el instinto de la supervivencia. Me manda un hermoso y vibrante poema un lector de Argentina, que yo orgulloso comparto con mis amigos lectores. Se titula “Llamada a Dios de un pueblo rebelde”. Que lo disfruten:
Es mi deber mojar mi espada en tinta
y escribir con su hoja sin descanso,
que descansar es una cobardía
cuando viene de frente el adversario.
Escuchad:
Es necesario que miréis al cielo
pueblo rebelde a Dios, tibio y castrado
de la fe que sus propios paladines
defendieran ayer tan denodados;
hoy tierra en que el lagar de los infames
hace mosto con todos vuestros santos
pues si os quitan la cruz, tragáis en seco
o aplaudís al autor de tal escarnio.
Cabeceáis, dormitando en las almenas
y vivís con los ojos deslumbrados
por falsas luminarias que os conducen
al infame grillete del esclavo.
¿Por qué que habéis renunciado a las alturas
y seguís al traidor y al mercenario?
¿Y por qué os celebráis vosotros mismos
y os reunís en templos devastados?
¿Qué sois y qué queréis sin Dios, si al fondo
de vuestro lamentable itinerario
los vanos ideales que os ocupan
serán postrer festín de los gusanos?
¿Cómo olvidar las ennoblecedoras
gestas de aquellos héroes que bordaron
la cruz en su pechera y a la guerra
salieron empuñando sus rosarios?
Hoy veis tan solo culpas en la historia
y ante vuestros ladinos adversarios
lloráis por los “errores” cometidos;
pero estáis en la mira de sus arcos.
Os pasan por encima como a hierba
y no osáis ni siquiera levantaros;
la tolerancia os ha paralizado
y vais retrocediendo palmo a palmo.
Pero no, no teméis por vuestros hijos
porque ya los habéis ejecutado
en el claustro materno y hacéis gala
del labriego derecho de segarlos.
Tenéis a vuestra esposa emancipada
del hogar y el hogar es un espacio
donde la trascendencia es un vestigio
mientras borbota todo lo mundano.
Desdeñáis la virtud del sacrificio;
por eso odiáis las cruces y el calvario
y presumís de inicuas libertades
que os cubren, como lepra, de pecados.
Ya no amáis ni siquiera a vuestra patria
–la que queréis partir en mil pedazos–,
porque sois incapaces de empatía,
porque habéis olvidado abrir los brazos;
pero cuando abrazáis, abrazáis muertos,
doctrinas cadavéricas; nefastos
ideales seculares y humanistas
que os vuelven, cada día, más enanos.
Si no mancomunáis vuestras ideas,
si en un haz no juntáis todas las manos,
vuestro apacible tiempo de hombres libres
será un triste recuerdo del pasado;
porque avanzáis de espalda, a contra-gloria,
a contraluz, obsesos y cegados
por tóxicos sofismas que denigran
la fe que el propio Dios ha decretado:
aquel que os concediera mil victorias,
ese que vais cubriendo con escarnios
mientras sacáis a flote las mezquinas
rivalidades de vuestro pasado.
¿Por qué le habéis abierto al enemigo
las puertas que al Señor cerráis en vano?
“Sin mí nada podéis hacer”. Sin Cristo
garantizáis el triunfo del fracaso.
Luchad por vuestra tierra mancillada
o prescindid de todo lo heredado
de quienes, con cristiana valentía,
acometieron fieros adversarios
y abrazando la cruz en las trincheras,
a cuerpo descubierto y bajo cascos
de hordas impetuosas conquistaron
los bienes que hoy estáis dilapidando.
¡Airaos ante la voz que vaticina
que habréis de despertar amordazados
bajo los oprobiosos estatutos
salidos de la vara del tirano!
Volved al bien que habéis redargüido,
llenad vuestros más íntimos espacios
de luz y combatiendo de rodillas
militad en las filas de los santos.
¡Recuperad, por Dios, la fe perdida
y con la espada firme entre las manos
en nombre de la cruz, marchad al frente
o acabaréis sin patria y sojuzgados!












Un gran artículo, y una gran poesía de un hermano argentino.
Enhorabuena a ambos.
Impresionante el poema. De lo mejor que he leído en mucho tiempo.
A los españoles sólo nos queda, como pueblo, resurgir de las miserias morales inducidas por este repugnante e infecto sistema democrático, pero por desgracia, tendrá que llegar una situación límite de verdadero colapso en los rescoldos de estado del bienestar que todavía vivimos para que se pueda dar. Sea pues, si con ello los enemigos internos y externos de España se pierden para siempre abducidos por el remolino de detritus que su maldad ha conformado desde hace más de cuarenta años…
Don Armando, tiene usted razón, algo que yo también sospechaba. He aquí la prueba: https://epirusgate.blogspot.com/2018/07/blog-post_286.html He traducido el enlace con el traductor virtual de la noticia de ese blog, que estaría por verificarla en algún periódico nacional del país: “Fue arrestado poco antes del campamento Perama Ioannina, un hombre pakistaní que intenta disparar. La intervención policial fue inmediata y el hombre fue arrestado e interrogado por su acto que se produce unas horas después de la tragedia nacional con docenas de personas muertas en Ática. La persona arrestada es interrogada y conducida por el acusado de incendio intencional mañana ante… Leer más »