Admito una cierta envidia por Manolo el del bombo. Envidio como más afortunado que quien esto escribe al que ignorando que su país y su civilización están siendo destruidas, tiene como objetivo vital que le dejen tocar el bombo dentro de los estadio rusos. Confirmando que a la democracia española le viene muy bien este ramillete de tontos útiles para consumo de la masa lanar, la cadena Ser ha llegado a convertir el “drama” de Manolo en cabecera de uno de sus informativos. “El drama que está viviendo Manolo el del bombo en Rusia es una desgracia que empieza a tomar tintes de mucha gravedad”, peroraba el locutor con mucha solemnidad, como si estuviera describiendo la muerte de un ser querido.

A continuación, el popular animador de la selección española contaba de primera mano la “censura” que está viviendo en Rusia y el perjuicio que ello le está conllevando a nivel emocional. “No puede animar, no le dejan pasar el bombo, le ponen mil problema y nadie quiere solucionarlo, estamos hablando de un hombre deshecho y muy tocado moralmente”, reponía el locutor con voz grave.

“Le pido al presidente del Gobierno o a quien haga falta que arregle esto, es el bombo de España y el domingo debe estar dentro del campo”. Escuchando a uno y a otro parecía que las autoridades rusas habían convertido el bombo de Manolo en su principal objetivo para garantizar la seguridad dentro de los estadios. De ahí a la nota surrealista, lo que tardó el locutor en sugerir a Manolo que hablar con Putin podría ser una solución, a lo que Manolo respondió que ya le ha mandado un mensaje.

Debemos suponer que, tras recibir este mensaje, Putin habrá aparcado todos los asuntos domésticos y hasta los preparativos de su próxima cumbre para darle al drama de Manolo el del bombo la importancia de un asunto de Estado.

Y entre tanto, el ruido atronador del bombo de Manolo consigue acallar otros más mundanos como la invasión migratoria, la profanación de tumbas, la insurrección de Torra o el sometimiento del Gobierno a sus socios separatistas.