El morro de Victoria Eugenia: bronca a la sobrina del Rey por colarse en los toros
Tener la suerte de ser un personaje público no va ligado a interpretar las leyes de manera particular, por mucho que estas no estén escritas, ni tomarse ciertos privilegios. Algo que Victoria Federica podría haber olvidado por un momento. El pasado 24 de mayo tuvo lugar la ‘Corrida’ de la cultura, dentro de la programación por la feria de San Isidro. Como gran taurina que es, la hija de la infanta Elena no se quiso perder la faena de El Juli y Ginés Martín. Sin embargo, su llegada no estuvo exenta de polémica. Pasaban las seis y media de la tarde cuando la joven llegaba junto a dos amigos a la Plaza de Las Ventas. Restaban treinta minutos para el inicio de la corrida y la cola de gente ya era considerable, aunque bastante dispersa. Victoria Federica no hizo ni tan siquiera amago de ponerse al final de esta, sino que fue hasta donde se encontraba la entrada, orquestando la controversia. Algunos la reconocieron y no dudaron en señalarla: “Es la hija de la infanta Elena”. Otros se mostraron más enojados con ella: “¡Vete a la fila!”, “Pretende no hacer cola, ¡no te jode!”. Desoyendo todos los comentarios y sin querer hacer declaraciones a la prensa que la seguía, la hermana de Froilán caminaba decidida hasta el punto de acceso de la Puerta de Arrastre.
Sorprendentemente, los vigilantes de seguridad no le permitieron el acceso y le aconsejó que se marchase. ¿Se habría equivocado de puerta o sería a consecuencia de los abucheos? Descolocada ante tan incómoda situación, Victoria Federica acabó marchándose y entrando por otro acceso, pero lo que es seguro es que no guardó la cola. Su madre, la infanta Elena, también fue, pero se sentaron por separado. La verdad es que su hija no destaca por protagonizar momentos polémicos, más bien todo lo contrario, pero esta es la excepción que confirma la regla. ¿Qué pensará de que su hija se intentase colar?
Tener la suerte de ser un personaje público no va ligado a interpretar las leyes de manera particular, por mucho que estas no estén escritas, ni tomarse ciertos privilegios. Algo que Victoria Federica podría haber olvidado por un momento. El pasado 24 de mayo tuvo lugar la ‘Corrida’ de la cultura, dentro de la programación por la feria de San Isidro. Como gran taurina que es, la hija de la infanta Elena no se quiso perder la faena de El Juli y Ginés Martín. Sin embargo, su llegada no estuvo exenta de polémica.
Pasaban las seis y media de la tarde cuando la joven llegaba junto a dos amigos a la Plaza de Las Ventas. Restaban treinta minutos para el inicio de la corrida y la cola de gente ya era considerable, aunque bastante dispersa. Victoria Federica no hizo ni tan siquiera amago de ponerse al final de esta, sino que fue hasta donde se encontraba la entrada, orquestando la controversia.
Algunos la reconocieron y no dudaron en señalarla: “Es la hija de la infanta Elena”. Otros se mostraron más enojados con ella: “¡Vete a la fila!”, “Pretende no hacer cola, ¡no te jode!”. Desoyendo todos los comentarios y sin querer hacer declaraciones a la prensa que la seguía, la hermana de Froilán caminaba decidida hasta el punto de acceso de la Puerta de Arrastre. Sorprendentemente, los vigilantes de seguridad no le permitieron el acceso y le aconsejó que se marchase. ¿Se habría equivocado de puerta o sería a consecuencia de los abucheos?
Descolocada ante tan incómoda situación, Victoria Federica acabó marchándose y entrando por otro acceso, pero lo que es seguro es que no guardó la cola. Su madre, la infanta Elena, también fue, pero se sentaron por separado. La verdad es que su hija no destaca por protagonizar momentos polémicos, más bien todo lo contrario, pero esta es la excepción que confirma la regla. ¿Qué pensará de que su hija se intentase colar?
(Semana)
Que aprenda Leticia de Victoria Eugenia. No le llega Ni a la suela del zapato.
Esta chica es de sangre real, y se le nota.
La otra… (no digo más, que no quiero problemas).
Me parece una chica muy guapa, agradable y discreta, y además española de pura cepa, pues le gustan los toros.
¿Qué más se puede pedir?
Además, ¿desde cuándo somos todos iguales? Seguramente iría invitada, con algún pase de cortesía, etc. Creo es novia o sale con un torero…
¿O es que don Juan Carlos cuándo va a los toros también guarda fila para entrar…?
Todo lo que dices sobre la chica está muy bien, pero lo que no puede hacer es pasar por delante del personal e intentar colarse viéndole todo el mundo. O entra por una puerta particular o llega antes. Juan Carlos es el Rey y es muy apreciado y querido, además de estar mayor para esperar cola, ella no es “nadie”, es una niñata que debería de dar ejemplo.
Hombre, tanto como guapa… Lo cierto es que no es como su madre, que ya de pequeña daba miedo verla. Pero algo me dice que, pese a ello, deben compartir el mismo coeficiente (no)-intelectual. Y esto de que se cuele lleva a temer que, además, compartan la misma chulería. Malo.
Y, efectivamente, no todos somos iguales. En España y pese a la desgracia que es nuestra educación gracias a tanto acomplejado pepero y tanto progresista cutre, aún hay mucha gente que vale más que cualquier miembro de la familia real. Quizás con la próxima generación ya seamos todos como ellos.