Es importante estar informados sobre lo que es la tensión arterial y todo lo relacionado con ello, ya que es algo que afecta a la salud de todos de manera diaria. Si no tenemos problemas actualmente, los podemos tener en el futuro, de manera que es necesario saber qué es la presión arterial, qué tipos existen, y algunos consejos para el paciente cuando se mide la tensión. El conocimiento siempre favorece a la salud, una mente informada tiene más probabilidad de mantener un cuerpo saludable.

La tensión arterial o la presión sanguínea es necesaria para que la sangre circule por los vasos sanguíneos con el fin de llevar a los tejidos del organismo oxígeno y nutrientes que el organismo necesita para que lleve a cabo todas sus funciones correctamente. La tensión arterial es la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias. Es más alta cuando el corazón bombea hacia las arterias; así como más baja si el corazón cuando está entre un latido y otro.

Cuando la presión es más alta se denomina presión sistólica, y cuando es más baja presión diastólica. Esos dos elementos o factores son los que se usan para medir tu tensión arterial. Si alguna de ellas se excede o no llega a lo que es considerado normal puede suponer un riesgo para la salud, ya que se pueden provocar enfermedades cardiacas graves. Si la presión supera lo normal estaremos ante un problema de hipertensión pudiendo provocar infartos, ictus e insuficiencia renal; en cambio cuando no llega a la media establecida ocurre lo que llamamos hipotensión, en este caso pueden tener lugar síntomas como estados de confusión, mareos, desmayos o somnolencia.

Qué tipos de tensión arterial existen

Veamos los tipos de tensión arterial de manera más detallada y con información complementaria de interés. Haciendo referencia a los valores de la presión arterial, podemos encontrar los siguientes tipos:

– Tensión arterial normal

Para saber si tu tensión arterial está dentro de la normalidad, los valores deben de marcar entre 90/60 y 130/90 mm de mercurio. Los valores están en continuo movimiento como hemos explicado antes, ya que no son estáticos. El problema reside cuando pasan la frontera por exceso o por defecto.

– Tensión baja o hipotensión:

En este caso se produce cuando hay una disminución de 20 mm de mercurio sobre la tensión considerada normal. Es decir que si al medir la tensión arterial los valores han descendido más de 20 mm de mercurio se considera hipotensión o tensión baja.

– Tensión alta o hipertensión:

En estas circunstancias la tensión se considera alta si se superan los 140/90 mm de mercurio. Si bien es cierto que con el paso de los años suele incrementarse la tensión arterial por el endurecimiento de las paredes arteriales. De modo que muchas personas de edad avanzada sufren hipertensión.

– Pre-hipertensión:

La prehipertensión se ha integrado en la clasificación hace relativamente poco tiempo. Esto ocurre cuando los valores de la tensión arterial están entre 130/80 y 140/90 mm de mercurio. El motivo de que se haya incorporado este nuevo elemento se debe a que los médicos creen que hay que prestar más atención a la presión arterial, con el fin de aportar medidas para prevenir este tipo de problemáticas. Por lo que, se recomienda llevar una vida saludable mediante una dieta equilibrada y el ejercicio de algún deporte o actividad física de manera regular, así como la eliminación de vicios como el tabaco o el alcohol.

Como hemos comentado anteriormente, los valores de la tensión arterial no son estáticos a lo largo del día, sino que experimentan alteraciones a causa de diferentes variables como el estado emocional, el estrés, la deshidratación, el consumo de alcohol, situaciones de shock, entre otras.

Consejos para medir la tensión arterial

Es importante medir tu tensión arterial de manera adecuada, ya sea en casa o en la farmacia. Lo principal es que la persona resida sentada, con la espalda y los brazos apoyados y las piernas rectas, es decir, no deben estar cruzadas.

En cuanto a las condiciones del paciente, en primer lugar, la persona debe de estar relajada físicamente. Esto se traduce en que debe evitar ejercicio previamente que pueda alterar, no hacer muchos esfuerzos antes de la prueba e intentar estar lo más cómodo posible. Seguidamente, la segunda condición es que esté relajado mentalmente en un entorno tranquilo y cómodo sin mucha luz. La mente debe de estar relajada, así que puede ser efectivo algún ejercicio de meditación previo con el fin de disminuir la actividad mental para no pensar en exceso. Por último, hay una serie de situaciones que debes evitar como tomar café o consumir tabaco en los momentos previos a la prueba, no tomar ningún medicamento que pueda afectar a la hipertensión y no medir la tensión si el paciente está nervioso o dolorido por algún motivo.