Habían quedado a comer en un restaurante del barrio algecireño de El Rinconcillo y de allí salieron poco antes de las seis de la tarde. Eran nueve guardias civiles del GAR (Grupo de Acción Rural), llegados desde Logroño hace menos de dos semanas para sumarse a la lucha contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar. Pese a que iban de paisano, tal vez alguien debió de reconocerlos porque los estaban esperando a las puertas del local y no les dejaron ni llegar a sus coches en el parking, según informaron fuentes de la Guardia Civil.

Un grupo de individuos, armados con palos y botellas rotas, que estaban celebrando una comunión en un local cercano, empezaron a increparlos. Los agentes se identificaron como guardias civiles, pero esta circunstancia no les amilanó. Al contrario, comenzaron a agredirlos al tiempo que se iban sumando otras personas al grupo y alentando la enorme trifulca en la que llegaron a tomar parte casi una cuarentena de personas. En ese momento, uno de los policías optó por sacar su arma reglamentaria e hizo tres disparos intimidatorios al aire para disuadir a la turbamulta. Y logró su objetivo, porque los individuos se dispersaron.

Hasta el lugar acudieron de inmediato varias patrullas de Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación. Los agentes detallaron a sus compañeros que habían sido cinco los instigadores y principales agresores. Al cierre de esta edición, la Policía ya había detenido a uno de ellos e identificado a los otros cuatro. Se espera que puedan ser arrestados en los próximos días.

Los guardias se trasladaron a un centro de salud de la localidad. Siete de ellos presentaron parte de lesiones por heridas leves, contusiones y golpes de distinto tipo, que no les impedirán continuar trabajando. El grupo atacado lo formaban siete guardias y dos sargentos, que estaban libres de servicio. Uno de los agresores tuvo que ser trasladado al Hospital Punta de Europa ante el estado de embriaguez que presentaba.

Disparos al aire y antecedentes por narcotráfico

Según fuentes policiales, en principio, la agresión no se produjo por la condición de agentes de la autoridad de los guardias. «Todo apunta a que muchos de los participantes habían consumido grandes cantidades de alcohol o drogas y formaron una riña tumultuaria contra ellos porque estaban allí, sin más». Sin embargo, fuentes del Instituto Armado sospechan que algún narcotraficante pudo reconocer a los funcionarios y ese fue el origen del suceso. Dos de los identificados tienen antecedentes por tráfico de drogas, pero no parece que este sea el motivo del ataque aunque continúan las pesquisas.

Los agentes se condujeron con «proporcionalidad y moderación», pese al violento ataque. «Los disparos intimidatorios estuvieron más que justificados», según los investigadores y, además, lograron su objetivo.

Varios grupos de los GAR llevan semanas destinados en el Campo de Gibraltar para combatir a los narcos de la zona, en la que se han producido tiroteos y episodios de riesgo en los últimos meses; entre ellos, el rescate de un narco del clan de Los Castañas que estaba custodiado por la Policía y recién llegado al Hospital Punta de Europa y al que se llevaron en volandas.

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) acusó ayer al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, de «mirar para otro lado» tras conocerse los hechos. «Los narcos continúan marcando el territorio impunemente», sostienen en un comunicado recogido por Ep en el que piden más agentes en la zona, para que se refuerce «la puerta de entrada de la droga a Europa».