Los presupuestos generales del Estado en la anterior legislatura se aprobaron con los cinco votos del PNV, y a cambio recibieron 4.000 (cuatro mil) millones de euros sobre lo presupuestado.

Es decir que el chantaje formaba parte del presupuesto, como una especie de IVA añadido, al estilo del 3% catalán, para financiar el separatismo.

Ahora el PNV ha seguido manteniendo la misma postura chantajista, no apoyando los presupuestos generales, con el “argumento” de que no quieren que Cataluña esté intervenida, vía artículo 155 de la Constitución, y que debe retirarse dicha intervención, que en la práctica no existe, pues es como el café con leche, pero sin café.

Pero como la gente del PNV van a lo suyo, y como todo chantajista que se precie, lo único que realmente les interesa es lo suyo, y están dispuestos a ceder, es decir a aprobar los presupuestos generales, a cambio de dos concesiones más (y ya hemos perdido la cuenta de las que el desgobierno actual les ha hecho):

– El acercamiento de los presos etarras al País Vasco, y la posterior competencia sobre las prisiones. Para tener la “llave” con la que liberar rápidamente a los asesinos etarras, por la gatera, tercer grado, permisos penitenciarios, etc.

– La cesión de la seguridad social. Que como todos sabemos se rige por el sistema de caja única.

No contentos con este chantaje, y como los jubilados vascos se quejan constantemente de sus pensiones, “exigen” al gobierno n incremento lineal del 1,60% a todos los pensionistas españoles.

Lo que no es moco de pavo, pues somos un colectivo de diez millones de personas, con el correspondiente incremento del gasto público, ante la imposibilidad material de que la seguridad social –que está prácticamente quebrada- pueda asumir esos pagos con cargo a sus propios ingresos, y con un fondo de reserva que ya está en plena situación de insolvencia patrimonial.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha venido manteniendo la postura de que era totalmente imposible subir las pensiones más allá del 0,25%, garantizado legalmente.

Todo ello me parece un mercadeo indecente, tanto por pare del PNV como, y sobre todo, del legítimo Gobierno de España.

El PNV ya consiguió una inversión de 34.000 millones de euros, la mayor inversión concedida a las comunidades autónomas, y que, como siempre, tendremos que pagar entre todos.

Las manifestaciones de los pensionistas todos los lunes en Bilbao las ha utilizado el PNV para intentar conseguir sus votos, al arrancar estas promesas al gobierno, que comprometen el buen fin de la recuperación económica, y buscan “rentabilizar” el voto de los jubilados.

Urge reformar la ley electoral para que estos partidos minoritarios, regionalistas, autonomistas o separatistas, no marquen el rumo de la política general, sobre todo habida cuenta de que 5 diputados sobre un Congreso de 350, realmente deberían ser algo totalmente irrelevante.

*Jurista y fundador y secretario general del Sindicato Manos Limpias.