Con los ecos del rifirrafe por las esteladas aún apagándose, el Fútbol Club Barcelona se encontró esta semana con un nuevo frente abierto ante la UEFA. El lanzamiento de globos amarillos por parte de los aficionados azulgranas en el partido de Champions League ante la Roma no ha gustado en el organismo rector del fútbol europeo, que ha decidido abrir un expediente disciplinario al club español.

El uso de los globos por parte de los hinchas azulgranas respondió a una nueva protesta política por la presencia en prisión de varios representantes catalanes, que fue impulsada por diversas organizaciones.

La UEFA no se ha fijado en esta ocasión en el componente político de estos símbolos en la grada, sino en el hecho de que fuesen arrojados al terreno de juego.

Por ese mismo motivo el club catalán no creee que la UEFA vaya a aplicar finalmente ninguna sanción, pues el partido de ida de los cuartos de final de la Champions ante el conjunto italiano no tuvo que ser suspendido.
El comité de la UEFA resolverá las dudas y decidirá el próximo 31 de mayo.