Gerard Bellalta

M. Ferrer.- El empresario catalán Gerard Bellalta dice tenerlo claro: “descapitalizar y arruinar las expectativas económicas de Cataluña” son a su juicio objetivos imprescindibles para dejar al separatismo sin munición. Que tales afirmaciones las haga un representante del empresariado catalán las hace aún más relevantes. “Antes que empresario soy español y antes que el dinero está nuestra dignidad colectiva. Cataluña es actualmente una sociedad enferma y podrida, sin futuro, con políticos sin honor y sin conciencia. La peste hay que erradicarla desde su raíz antes de que siga avanzando”, subraya.

Cree Bellalta que las medidas que ha traído aparejada la aplicación del 155 resultan insuficientes al no haberse abordado la cuestión económica. “Habría que haber dejado a los ayuntamientos sin presupuestos y a los funcionarios catalanes sin sus nóminas. ¿De qué sirve que más de 3.500 empresas hayan trasladado sus sedes sociales fuera de Cataluña si hay casi medio millón de funcionarios públicos a los que se les sigue garantizando el cobro de sus nóminas?”, se pregunta.

Aclara al respecto que el funcionariado catalán es el principal nutriente social del separatismo. “Mientras esta gente no vea peligrar su futuro económico, da igual el número de empresas que se marchen, porque ellos no arriesgan nada”, recalca. Denuncia asimismo que pese al control de la Generalidad por parte del Gobierno español, un elevado porcentaje de funcionarios autonómicos desarrolle su actividad laboral portando lazos amarillos en muestra de apoyo al proceso golpista. “Es duro, pero la cuestión catalana no será resuelta mientras se le siga echando combustible al motor del separatismo, que son los funcionarios y los empresarios subvencionados por aquellos. La solución no es otra que descapitalizar la economía catalana, aunque esto nos afecte a muchos”.

Y añade: “Debemos apropiarnos de todos los instrumentos que nuestros enemigos utilizan contra nosotros, desde TV3 a los Mossos. El Gobierno de España tiene hacer lo que debe en Cataluña, sin esperar los avales de Pedro Sánchez y Albert Rivera, dos oportunistas sin escrúpulos. Nuestro Gobierno debe rodearse de la fuerza del pueblo español, contrario al independentismo de forma abrumadoramente mayoritaria, en medio de la cual tiene que operar”. Destaca en este sentido que una acción de firmeza en Cataluña del ejecutivo de Rajoy garantizaría a su partido la mayoría absoluta en unas elecciones generales. “Los argumentos doctrinales de la izquierda ya no venden. En España hay una mayoría sociológica de derecha que reclama patriotismo y mano dura”, enfatiza.

Bellalta denuncia por otra parte el grado de deterioro moral alcanzado por los dirigentes separatistas. “Hay que hacer notar ante todo que los separatistas dotados de malos instintos abundan más que los de buenos sentimientos. Por esta razón hay que esperar mejores resultados cuando se gobierna a esta gente por medio de la fuerza, que cuando se trata de gobernarles por medio de las discusiones bizantinas. Los políticos secesionistas nada tienen que ver con la moral. Llevan décadas engañando a los gobiernos de España mediante la astucia y la hipocresía. Esas grandes cualidades españolas, franqueza y honradez, han sido vicios en la política catalana”.

Como prueba de sus afirmaciones recuerda que los mismos dirigentes independentistas que elogiaron a los encausados por el ‘procès’ tras sostener ante el juez Pablo Llanera que la declaración de independencia fue un acto simbólico y sin valor efectivo alguno, ahora en cambio han aplaudido a la dirigente de la CUP, Mireia Boya, por sostener ante el mismo magistrado que la citada declaración independentista sí tuvo un valor efectivo. “Para encontrar una salida al problema del secesionismo, debemos tomar en cuenta la cobardía, la volubilidad, la inconstancia y la falsedad de los líderes políticos catalanes. Es necesario no perder de vista que la fuerza de la que se nutre el independentismo es ciega e insensata; que no discurren, que oyen lo mismo de un lado que del otro. Un ciego no puede guiar a otro sin caer ambos al precipicio”.

Por último, Bellalta muestra su apoyo a las iniciativas a favor del boicot a la compra de productos catalanes. “A veces, para hacer una tortilla, hay que romper más de un huevo”, remacha.