Los obispos claman contra el “blasfemo” pregón del carnaval de Santiago: “¡Basta ya!”
Los obispos españoles han condenado y mostrado su repulsa hacia el “blasfemo” pregón del humorista Carlos Santiago en el carnaval de Santiago de Compostela, en el que satirizó con el Apóstol y la Virgen del Pilar, y han exclamado un ‘¡Basta ya!’.
“Nuestra solidaridad y oración con la Archidiócesis de Santiago Compostela en la repulsa y condena del blasfemo pregón del carnaval de esta ciudad. La libertad de expresión no puede amparar el ataque a los sentimientos religiosos. ¡Basta ya!”, reza el mensaje publicado por el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, en la red social Twitter.
Asimismo, en otro tuit posterior, los obispos muestran su solidaridad con la Archidiócesis de Zaragoza y hacen suyo su comunicado de condena ante las “injurias del sacrílego pregón del carnaval de Santiago de Compostela”.
Señores obispos, Tarancón dijo que a España le hacía falta un paseo por la izquierda.
Aquí tenéis el paseo por la izquierda.
Lleváis 40 años largos abandonando a las ovejas para encamaros con el diablo. Recogéis lo que se sembró. Convertíos y creed en el Evangelio!
Todo llega de más atrás, compréndelo, llega desde el año 1958 con el Concilio Vaticano II, y llega con otro año que termina en 8, el 1978 que partieron a España, y qué cosas, este año también termina en 8, sin olvidarnos del 1898.¿Lo recuerdas?
Hombre, si vamos hacia atrás, vamos a la rendicion de León XIII frente al liberalismo, y vamos a la caída del Antiguo Régimen en 1789.
Si queremos buscar causas anteriores vamos a la supervivencia de las reformas protestantes.
He nombrado Tarancón por ser dentro del contexto español, y por ser el punto de inflexion en el que la Iglesia en España traiciona a la Patria y se mete en la cama con el demonio (con el demonio liberal y con el demonio marxista).
Tarancón y sus posteriores secuaces son modernistas infiltrados, ni son católicos ni cristianos.
Ya era hora que la Iglesia del posconcilio condenara.