El silencio de los Goya sobre Cataluña
Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, presentadores de los Goya 2018
Edurne Uriarte.- No vi la ceremonia de los Goya. Estoy de acuerdo con Isabel Coixet en que la ceremonia de los Oscar es insoportable (lo ha dicho en una entrevista) y extiendo la valoración a los Goya. Pero si las crónicas periodísticas no mienten, al parecer, no hubo una sola palabra de reivindicación sobre Cataluña. Sobre la defensa de la democracia en Cataluña, quiero decir, y la condena del golpismo independentista.
Cierto que se dedicó la ceremonia a otra reivindicación que comparto, la de la necesidad de más mujeres en todos los estamentos del cine. Ahora bien, es bien extraño que una ceremonia siempre tan política y tan centrada en los debates de la política nacional olvidara el más grave conflicto político de los últimos años: Cataluña. Cuando allí se han producido todos los desmanes antidemocráticos posibles.
Y he aquí que unos cineastas que se han hartado a criticar al Gobierno del PP en los Goya anteriores se han quedado mudos cuando era la hora de reivindicar el respeto a la democracia y a las leyes en Cataluña.
Y no es casualidad, por supuesto. No lo han hecho porque es una reivindicación políticamente incorrecta en la izquierda, peligrosa, arriesgada. Y, además, bastantes de los que pasaron por la ceremonia ni siquiera tienen clara esa reivindicación de la democracia y del Estado de Derecho en Cataluña. Criticar a los Gobiernos de la derecha les sale gratis; criticar a los independentistas les causa problemas.
¿Y nos preguntamos por qué el nacionalismo sigue siendo dominante en Cataluña? Entre otras cosas, por el silencio de sectores tan influyentes como el del cine.
Ciertamente, estos famosetes saben con quién se pueden meter y con quién no.
Una cosa es chillar “no a la guerra” o “me too”, en inglés, encima, pero otra es defender a la Patria y exclamar un sencillo y sentido “viva España”. Ojo, con la misma naturalidad que un estadounidense diría “viva EEUU” o un francés “viva Francia”.
Hacen gracia estos que reivindican y hablan de feminsimo, machismo etc.
Las peliculas Españolas son lo más opuesto al feminismo que existe desde Almodovar en adelante hay que ser hipocrita cuando desde las series hasta el cine no tienen más que desnudos. lenguaje soez y sexo gratuito salvo algunas excepciones son de chiste defendiendo algo que ni ellos mismos creen. Respecto a Cataluña claro como no porque la mayoría del cine Español es Catalán o Vasco llegando al colmo del absurdo que hasta doblan al Catalán incluso a si mismos.
Premios P–a: basura con pajarita y sonrisas Profidén más falsos que Judas.
El cine que se hace en España no es cine español, es cine (alguna excepción hay) antiespañol.
En general, todo el gremio es una mierda de categoría. Catetos y soplagaitas con ínfulas de intelectuales cagándose en España y en nuestros antepasados.
Edurne; eres muy ñoña y resulta que eres de Bilbao, no de Donosti. ¿Por qué tiene que haber más mujeres en el cine? No entiendo la reivindicación, salvo que la hacen los gilipollas-progres-millonarios de siempre, contagiados por las millonarias pijas-progres de EEUU,solo por joder y porque así lo pide el NOM. ¿Por qué los friqui- progres se negaron a ponerse la pegatina de ¡ETA NO! y en cambio iban con la de ¡NO a la GUERRA! o Nunca Mais? Si un director de cine hace una peli de indios y vaqueros, lo normal es que haya más tíos que tías,… Leer más »
La “industria” del cine español, y en esa palabra los incluyo a tod@s en un 99,99%, es cobarde, sectaria, mala en su calidad, ajena a la realida, preocupada por estupideces que importan a nadie, vividora de subvenciones, egocentricos dngreidos que piensas que la “cultura” son ellos, y docenas de otros pecados que todo el mundo sabe; pero basicamente es COBARDE. Efectivamente, habla ” catalabistn” y de su dictadura, es politicamente incorrecto para el rojerio patrio.
Saludos Patriotas Españoles.
Por suerte, cada vez menos gente ve la gala-basura sobre un cine basura, mal interpretado, con guiones de pena, cutre y sectario. La pena es que, aunque no lo viera ni un único espectador, los progres y la derecha acomplejada seguirían financiándolo.