José Carlos Vidal.- Indignado por el curso de los acontecimientos políticos y por el empobrecimiento económico, el empresario catalán Gerard Bellalta cree que Cataluña se encamina al precipicio. Culpa da ello a los separatistas y a la dejación durante años de los principales partidos.  Se define como “catalán de pura cepa y español”, y culpa a los grandes empresarios catalanes de haber sido “cooperadores necesarios” con la actual deriva independentista. “Muchas de esas grandes empresas que han trasladado su sede social fuera de Cataluña han estado colaborando durante años con los separatistas. Dese cuenta que la Generalitat lo ha dominado absolutamente todo. Enfrentarte a ella, como yo me enfrenté, era exponerte a graves problemas económicos. Durante años aquí se ha estado pagando el impuesto revolucionario y los gobiernos de España lo sabían y no hicieron nada. De esto nunca se habla. Los empresarios tenían que pagar un impuesto revolucionario a la mafia liderada por Pujol y Marta Ferrusola. Se sabía pero a ver quién era el guapo que lo denunciaba”.

Sobre el papel de los empresarios catalanes, revela que muchos de los que han trasladado sus sedes sociales a otros puntos de España colaboran económicamente con la estancia de Puigdemont en Bruselas. “Esto se ha ido a la mierda por el poco señorío de los catalanes”, subraya.

Por otra parte, Bellalta acusa a “los gobiernos de España” de dejar a los catalanes no separatistas “a los pies de los caballos, en la más completa indefensión”. “Si denunciabas estas cosas a un representante del Gobierno de Madrid, al final se enteraban los del Gobierno de Cataluña y les faltaba tiempo para mandarte a sus inspectores. Yo he perdido ventas, y he tenido problemas muy serios por defender mi españolidad en Cataluña. Me dejaron de comprar muchos convergentes. Hasta los directores de compras de multinacionales dejaron de hacerlo porque no era políticamente recomendable. Hace unos años le entregué una carta a la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana Carme Forcadell, denunciando esta situación y a los dos días ya tenía a los inspectores de la Generalidad en una de mis empresas. El problema de Cataluña comenzó mucho antes de Artur Mas y Carles Puigdemont”.

Lamenta asimismo que los políticos nacionales no se tomasen en en serio el asunto de Cataluña cuando, en su opinión, la situación era reversible. “Hace quince años, siendo militante del PP y amigo personal de Aznar, ya le dije que nos encaminábamos adonde nos encontramos hoy. Me miró con autosuficiencia, sonrió y me dijo que no fuera tan alarmista. Por desgracia lo que unos pocos catalanes llevamos tiempo denunciando se ha cumplido. Otro de los problemas es que el resto de los españoles no conoce la naturaleza traidora de muchos catalanes. Suelen tener dos caras y una capacidad innata para la mentira y el victimismo. Te sonríen si estás de frente, pero te apuñalan cuando les das la espalda. Son cobardes y traicioneros. Ellos cifran sus posibilidades de victoria en la treta y el engaño, no en la lucha viril. Esos catalanes no habrían podido nunca conquistar América porque carecen del arrojo y del valor temerario del resto de los españoles. Si hubiesen estado al lado de Hernán Cortés, lo habrían traicionado y entregado al emperador Moctezuma por un puñado de monedas”.

Cree por todo ello que “Cataluña es un caso ya perdido salvo que se apliquen las “medidas quirúrgicas que medios como éste vienen reclamando” .Añade a continuación: “Como catalán pido perdón al resto de los españoles por tantos cobardes, traidores e hijos de puta como hay en el separatismo”, si bien reivindica “el compromiso con España de muchos y muy buenos  catalanes”, entre los que cita a su padre, recientemente fallecido: “Nos pidió antes de morir que lo enterráramos con la bandera de España y el escudo imperial”.

Por último, Bellalta critica por igual a todos los partidos nacionales con representación parlamentaria. “Del PP y PSOE no cabe esperar nada. De la basura de Podemos, mucho menos. Pero ojo a Ciudadanos, un partido de liberales vividores a los que solo les importa el dinero y seguir las instrucciones de Bilderberg. Si alguien cree que Ciudadanos representa una esperanza para Cataluña en punto a defender a nuestra patria frente a los separatistas, se equivoca gravemente. Y ya no estamos para más errores”.