La “normalidad” instaurada en Cataluña con el artículo 155 de la Constitución de la que presume el Gobierno se puede constatar hasta en las audiencias del principal medio de comunicación que controlan los independentistas: la televisión autonómica TV3. Después de ponerse en cabeza en cuota de pantalla en octubre con el referéndum secesionista del 1-O y alcanzar un 17,5% de audiencia, el seguimiento de las andanzas de Carles Puigdemont en Bélgica y la promoción de la causa de los consejeros destituidos no le ha permitido mantener esa cuota en noviembre (bajó al 13) y ha terminado por hundirse en diciembre con un 11,4.

La corporación de medios audiovisuales de la Generalitat se libró de la intervención general aprobada por el Gobierno y respaldada por el Senado el 27 de octubre. La cadena de televisión y radio autonómicas se ha fajado desde entonces al servicio de la campaña de los partidos independentistas. De entrada, ni siquiera admitieron en sus informativos la condición de ‘ex’ de sus jefes destituidos hasta que fueron llamados al orden por la Junta Electoral.

Los datos de cuota de pantalla de TV3 reflejan que en el mes de septiembre, ya volcados en la propaganda de la Diada para calentar el ambiente ante el referéndum ilegal, lograron una media de audiencia de un 13%. También influyen en esa cuota las jornadas de la aprobación por las bravas en el Parlamento autonómico de las normas de la ruptura.

Pero el gran salto en el seguimiento de la cadena autonómica, con marcas históricas y por delante de las televisiones de ámbito nacional, se registró durante el mes de octubre, con los disturbios del referéndum y la posterior proclama independentista en el parlamento catalán. TV3 llegó al 17,5% de cuota de pantalla.

Después de que el Consejo de Ministros aprobara la intervención de la Generalidad en aplicación del artículo 155 de la Constitución y el BOE publicara la destitución de Puigdemont y sus consejeros el 28 de octubre empezó la caída de audiencia de la cadena. En la primera semana de noviembre bajó al 15,2, la segunda al 15, la tercera al 13,2 y la última al 12,6.

El arranque de la campaña electoral del 21-D tampoco sirvió a TV3 para detener su caída. Es el medio de referencia para la información y propaganda independentista, ahora divididos televisión y radio en el apoyo a ERC y la nueva marca electoral de Carles Puigdemont, pero se decanta por el expresidente de la Generalidad.

A los directivos de la cadena se les fue la mano más de lo habitual en horas de retransmisión y el tono empleado por el acto de adhesión al “president’ legítimo” celebrado en el “exilio” de Bruselas. Les ha costado una nueva amonestación de la Junta Electoral por favorecer a los partidos que los nombraron. Los datos de cuota de pantalla cerrados el pasado 10 de octubre dejan a TV3 uno de los peores resultados de su historia: un 11,4%.

Los directivos de la corporación de medios de la Generalidad siguen sin acatar los principios del ordenamiento constitucional, permanecen fieles a la causa del independentismo, pero se han dejado en seis semanas un tercio de la audiencia alcanzada durante el mes del golpe secesionista.

Fuente: El Confidencial