Las actuaciones de la extrema izquierda son un tema escabroso para el populismo. Sobre todo si se trata de casos de violencia. En marzo, Pablo Iglesias salía de la prisión de Jaén tras visitar al líder sindicalista andaluz Andrés Bódalo, encarcelado por agredir a un edil socialista de Jódar (Jaén). «Es una vergüenza que una persona justa como Andrés Bódalo esté en la cárcel por hacer sindicalismo y quienes son responsables del saqueo y la corrupción en España sigan viviendo como reyes y disfrutando de la impunidad», aseguró entonces el líder de Podemos.

El miércoles, Iglesias expresó su «máxima condena» por el asesinato de Víctor Laínez a manos presuntamente del antisistema Rodrigo Lanza, que habría golpeado a la víctima en la cabeza por vestir unos tirantes con los colores de la bandera de España. Esta condena llegó después de conocerse que el líder de Podemos se reunió en 2015 con la madre de Lanza, entonces inmersa en la publicidad de un documental, «Ciutat morta», que convertía ya entonces en víctima de una controvertida acción policial al antisistema, encarcelado por dejar tetrapléjico a un guardia urbano en Barcelona en el desalojo de una fiesta okupa en 2006. «Nosotros nos hemos reunido siempre con colectivos sociales», justificó Iglesias.

Ayer, la marca de Podemos en Zaragoza fue criticada por la actitud de su líder, el alcalde Pedro Santisteve. El primer edil secundó el minuto de silencio convocado por decisión de la Junta de Portavoces municipal, en repulsa por el asesinato de Laínez. Ese minuto de silencio finalizó con los aplausos de todos los representantes políticos, excepto Santisteve. El alcalde se mantuvo firme, con una mano sobre otra, mientras todos los demás aplaudían. La actitud hizo que fuera recriminado por algunos de los ciudadanos que se habían sumado a esa concentración de duelo.

Esta polémica actitud de Santisteve se produce después de que su formación, Zaragoza en Común -la coalición local de Podemos e IU-, emitiera un comunicado tras el crimen que también desencadenó una oleada de críticas en las redes sociales. El comunicado estaba redactado de tal forma que no hacía referencia alguna a la víctima y no se hablaba de que se había producido un crimen. Todo esto, a su vez, tras conocerse que el detenido era un activo ultraizquierdista que, tras salir de la cárcel en Barcelona por el asunto del guardia urbano, se trasladó a Zaragoza y fue arropado en la capital aragonesa por colectivos antisistema de la órbita de Podemos e IU. Entre quienes en su día le dieron publicidad en las redes sociales se cuenta el comunista Alberto Cubero, teniente de alcalde de Santisteve, quien ayer no secundó el minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento. La versión oficial es que tenía que acudir a una reunión urgente del área de Personal del Consistorio.

Alberto Garzon y Pablo Iglesias

Mientras, en Barcelona sigue la polémica por el documental, que llegó a conseguir el premio Ciutat de Barcelona cuando el alcalde era el convergente Xavier Trias. El grupo municipal del PP volvió a exigir ayer al Ayuntamiento la retirada del premio y el PSC y el grupo Demòcrata se sumaron a la petición.

Colau, señalada

El socialista Jaume Collboni, hasta hace un mes socio del gobierno de Ada Colau, hizo un llamamiento a la responsabilidad «a los partidos que intentaron sacar rédito de la cuestión en campaña electoral, especialmente Colau, y pidan disculpas». El exalcalde Trias también reclamó una reflexión a la alcaldesa por el caso Lanza, y consideró que «se quiso convertir una persona agresiva en un héroe». «Esto debe hacer reflexionar a Colau, por su manera de actuar durante la campaña electoral de las municipales». La alcaldesa estuvo poniendo de ejemplo durante su campaña el desalojo okupa como una preocupante intervención policial. Además, la oposición sigue indignada por el hecho de que Colau participó a título particular en la campaña de financiación que se hizo para conseguir lanzar el documental. Los reproches también llegaron por parte de sindicatos policiales. Desde CSIF piden disculpas a la alcaldesa, mientras que el sindicato SAPOL reclama la destitución del teniente de alcalde, Jaume Asens, que estuvo defendiendo a Lanza en un primer momento.

Fuente: ABC