Ideas de bombero
Xavier Rius*.- A este paso tendremos que hacer exámenes médicos o hasta tests psicológicos a los candidatos electorales. Como cuando te sacas el carnet de conducir o el permiso de armas.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ya propuso el otro día que, tras el 21-D, hubiera dos gobiernos: uno en interior y el otro en el exterior. Como fue el día de los muertos la cosa pasó un poco desaparcebida pero ahí lo dejo.
Por si no fuera suficiente, ahora ha confesado además que -en el diario Ara, dónde si no- que está “preparada” para asumir la presidencia. Soy agnóstico, pero vistas sus propuestas y su currículum que Dios nos pille confesados.
Suerte que, para alcanzar tan legítimo fin, no sólo hay que ganar a ser posible las eleccions sino también conseguir el suficiente número de votos el Parlament. Y, en política, mejor no vender la piel del oso antes de cazarlo. Aunque ésta sea un error habitual entre los líderes del proceso: la de vender cosas antes de hora, no la caza. Véase si no la República Catalana. Que había de ser coser y cantar.
Pero a las ideas fantásticas se ha añadido el pesidente en el exilio. Carles Puigdemont ha propuesto que, como Bruselas no nos hace ni puñetero caso, mejor organizamos un referéndum y nos vamos de la UE. Suerte que se ha sabido en domingo porque si no me temo que nos dan carta blanca para perdernos de vista una larga temporada.
Lo que no sé tampoco es si los de la ANC y Òmnium, que llevan fletando aviones últimamente, se han apresurado a desconvocar la manifestación del próximo día 7. ¿Para qué ir a Bruselas si, en el fondo, te quieres ir?.
Tampoco sé qué propone exactamente Puigdemont. Hubo una época en que el soberanismo dijo que, si no nos querían en la UE, nos apuntábamos en la EFTA y tan tranquilos.
Pero no sé cuál es ahora la alternativa: no sé si sugiere apuntarse al COMECON, que era en mis años mozos la versión comunista a la Comunidad Económica Europea. Lo digo porque creo que cerró en cuanto se hundió la URSS en 1991.
Parece mentira que hayamos estado en manos de esta gente y que, tras el estropicio creado, sigan lanzando ideas de bombero. Lo que más sorprende es el silencio del PDECAT -al fin y al cabo es uno de ellos aunque los haya dejado tirados-, la prensa o hasta los miembros de su candidatura ante semejantes ocurrencias.
Yo soy el exdirector de Rac1 Eduard Pujol, que por lo que parece ejercerá de portavoz, y difundo un comunicado matizando las palabras del expresidente. Más que nada para no acabar de asustar al tradicional votante convergente. Si queda alguno.
Maragall generó el término maragalladas para definir algunas de sus ideas: quizá brillantes pero de complicada aplicación. Puigdemont -con su apellido de pura cepa- tiene más difícil generar una expresión similar. Quizá deberíamos hablar de carlinadas en honor a su nombre de pila y a que las comarcas de Girona fueron, hace un par de siglos, tierra de carlismo. Quizá la cosa todavía perdure.
*Director de e-notícies