Miles de personas salieron a la calle celebrar el resultado de la votación mayoritariamente a favor del Si del matrimonio homosexual.

El 61,6% de los australianos han votado a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo, según ha anunciado la oficina australiana de estadísticas. Los que han apoyado y defendido esta medida, se han apresurado a salir a celebrarlo en los lugares públicos del país, con banderas multicolores, algarabía, fiesta y bailes.

Una ley para cambiar la existente que ya ha llegado hasta el senado y que ahora tendrá que debatirse para incluir algunas enmiendas, aunque el primer ministro Malcolm Turnbull ha dicho que espera poder aprobar la legislación definitiva antes de navidad. El jefe del gobierno ha dicho que “los australianos han hablado por millones y han votado mayoritariamente a favor de la igualdad matrimonial, independientemente del sexo de los contrayentes”.

Desde las lágrimas de un senador australiano gay, hasta las celebraciones masivas en las calles de todo el país, que ha pasado un largo debate para llegar a enmendar la ley de matrimonio que existía en este país.

Este asunto del matrimonio gay se convirtió en una cuestión de ataques durante la campaña electoral, que llegó incluso a ser criticado por los propios grupos que defendían el matrimonio entre personas del mismo sexo al asegurar que no era necesario un voto ciudadano cuando el parlamento podría debatir y decidir este asunto directamente.

Así pues, para evitar males mayores y más disputas se decidió convocar un voto voluntario al que asistieron mas de 12,7 millones de personas, aproximadamente un 80% de los votantes en capacidad de ejercer su voto, y respondieron a la pregunta de ¿Debe cambiarse la ley matrimonial para permitir casarse a las personas del mismo sexo?

El sí fue categórico y los que defendían esta postura durante la campaña electoral hablaron de igualdad y de equiparar derechos para todos los ciudadanos australianos. Los partidarios del no pusieron el foco en la definición de la familia y mostraron su preocupación de cómo este asunto de la identidad de género iba a ser enseñada en los colegios.

En algunos momentos de la campaña, el asunto se puso feo, con grafitis en los muros y gritos en los mitines públicos, pero ambas partes, los defensores del sí y del no, han seguido adelante. Y los resultados finales, 7,8 millones votaron en apoyo de la ley de matrimonios del mismo sexo, casi 5 millones, en contra. La participación por encima del 70% .

El jefe del gobierno Turnbull es un fuerte partidario del matrimonio entre personas del mismo sexo y dentro de su partido hay algunos sectores que quieren que se apliquen enmiendas a la ley para que empresas y compañías contrarias a esta medida, puedan negarse a servir material y servicios para ceremonias gays.