El comerciante José Luis Muñoz, delante de su tienda ya rotulada como «Mundo textil» sostiene una fotografía del establecimiento con su anterior nombre (ABC)

A pesar de que políticos y representantes institucionales de Castilla y León insisten en repetir que el boicot a los productos catalanes no debe ser la respuesta a la deriva independentista, la realidad en la calle es bien distinta. En Valladolid lo ha podido comprobar el veterano comerciante José Luis Muñoz, al frente durante tres décadas del establecimiento textil «Los catalanes». Hace aproximadamente un par de semanas que este nombre ya no luce en su luminoso. «A regañadientes» en su lugar tuvo que colocar el sobrenombre con el que se conocía a la histórica tienda vallisoletana «Mundo textil». Días antes, «me dí cuenta de que una clienta de paso quería entrar en la tienda en contra de la voluntad de su marido, que desde fuera le insistía en que no lo hiciese por si nuestros productos eran catalanes».

Fue el detonante final que le llevó a José Luis Muñoz a tomar la decisión, después de que tras el referéndum del 1 de octubre haya percibido pérdidas de hasta el 30 por ciento. «Algunos vecinos nos siguen preguntando por qué hemos cambiado el nombre, pero otros nos felicitan y nos dicen que hemos acertado», señala este histórico tendero que tiene su establecimiento junto a la Estación de Autobuses de Valladolid.

La preocupación de Muñoz no era tanto por sus clientes de toda la vida como por los esporádicos, numerosos en su caso ya que está en una zona muy de tránsito de la capital vallisoletana. A él no le ha hecho «ni pizca de gracia» el cambio, pero la causa era de fuerza mayor: «Me ha dado mucha pena, los primeros días miraba el luminoso y me resultaba raro», apunta José Luis Muñoz, insistiendo en que no le quedó más remedio «cuando ví que la bajada de ventas iba en serio».

Especializados en ropa de hogar, cama, confección y calzado de hogar, a fecha de hoy, la mayoría de su género procede de Valencia, «ahora de Cataluña vendrá un 10 por ciento», reitera. No fue así cuando junto a un grupo de amigos comenzó el negocio repartiendo en furgonetas el género que procedía de unos grandes almacenes de un pequeño pueblo de Ávila, Santa María de Berrocal. «Decidimos entonces poner el nombre de ‘Los Catalanes’ porque el 90 por ciento de nuestros productos procedía de Cataluña».

Y de la venta ambulante pasó a asentarse en Valladolid, donde se expandió (cuenta con otras dos tiendas en Castilla y León, en Valladolid y Palencia). También lo hizo su hermano en Madrid, donde hace tiempo que su hermano tuvo que seguir estos mismos pasos: «Lo hizo cuando se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña, con Zapatero». Desde entonces las bolsas que ambos comparten aparecían rotuladas como «Mundo textil», pero José Luis Muñoz se resistía al cambio de su tienda, cosa que ahora no le ha quedado más remedio, viendo que «el problema catalán no tiene perspectivas de solucionarse pronto».

Fuente: ABC