Casi dos años después de que dejara de ser presidente del Gobierno catalán, el independentista líder del PDECat, Artur Mas,le cuesta al Estado más de 300.000 euros al año. Es a lo que asciende la larga lista de retribuciones, fondos y gastos pagados con dinero público del que se beneficia Mas y que se le abona a través de la Generalitat, Administración regional que lleva años sosteniéndose a base de las continuasinyecciones de financiación extra que le hace el Gobierno central.

Como expresidente autonómico, gracias a la legislación catalana tiene reconocida una paga mensual de casi 10.000 euros, 111.519 euros en la anualidad de 2016. Esa paga -que además se va revalorizando con el tiempo- la cobrará durante años, y luego se beneficiará de una pensión vitalicia que se aproximará a los 90.000 euros anuales.

Pero esto es solo una parte de los múltiples fondos públicos de los que se beneficia el independentista Mas gracias a la legislación autonómica y a costa del erario del Estado de las Autonomías. A sus actuales pagas mensuales -y la futura pensión vitalicia- se le añaden unas asignaciones que también tiene reconodidas para de por vida.

Fondo de libre disposición

Así, disfruta de un fondo público de libre disposición para gastos diversos d representación, con el que durante el último año completo, el 2016, endosó a las arcas públicas gastos por un importe total de 41.723,36 euros. Se incluyeron costosos gastos en comidas, entre otros conceptos.

Además, hay que sumar lo que cuesta el personal que tiene a su servicio. Se trata de puestos de libre designación, que él decide a quién se los asigna, pero cuyos sueldos y cotizaciones a la Seguridad Social se pagan también desde la Generalitat.

Asistentes personales a gastos pagados

De esos puestos, el mejor pagado corresponde al de «responsable de la oficina del expresidente»: 99.337,84 euros brutos en 2016, sin contar cotizaciones a la Seguridad social, lo que dispara el coste total muy por encima de los 100.000 euros.

Ese privilegiado sueldo -que supera al del presidente del Gobierno de España- lo ostenta María Reis Quinzaños de Visa, que lleva años al lado de Mas. Cuando él era presidente de la Generalitat, María Reis era la encargada de su secretaría particular.

Además, Artur Mas tiene otro trabajador a su servicio, con el cargo de «responsable técnico» de su «oficina del expresidente». Según consta en los organigramas de la Generalitat, Mas eligió para ese puesto a Jordi Montaña Cabacés. El sueldo también es considerable. Baste un dato: solo en concepto de complemento salarial («de destino») percibe más de 13.000 euros anuales. Las retribuciones y las cotizaciones a la Seguridad Social de este asistente personal de Artur Mas también se pagan desde la Generalitat.

Coche oficial y chófer gratis

Y a todo eso hay que sumarle más costes salariales y de «rendimientos en especie», porque Artur Mas disfruta de coche oficial aportado por la Administración autonómica y de chófer que también está pagado íntegramente con fondos públicos.

En total, el coste de Artur Mas para el Estado -a través de la Generalitat- supera ampliamente los 300.000 euros anuales. Si un día vuelve a España Puigdemont y se aviene a aceptar su condición legal de expresidente, tiene derecho a pasar a tener idénticas prebendas que las de Artur Mas.

Y mientras no cambie la ley catalana de aplicación, los dos y el resto de expresidentes habidos y por haber tienen garantizadas esas prebendas de por vida y aunque fueran condenados penalmente. Solo caben dos posibilidades para perder esos fondos públicos: o que ellos renuncien a ellos voluntariamente; o que se los retire el Parlamento catalán por entender que hay causas que lo justifiquen, pero para ello se requiere el voto de las dos terceras partes de la Cámara y, en la práctica, eso otorga derecho de veto a la órbita independentista.

Artur Mas, el expresidente más caro

Hoy por hoy, Artur Mas el expresidente catalán que más caro sale a las arcas públicas. Los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla disfrutan del mismo marco regulador, pero en la práctica sus costes son menores. En el caso de Montilla, entre otras cosas, porque no percibe retribución como ‘expresident’, ya que es senador y cobra como tal en la Cámara Alta. Además, durante el último ejercicio liquidado (2016) los gastos de libre disposición de Montilla fueron 9.000 euros menores que los realizados por Artur Mas.

En cuanto a Pasqual Maragall, sí que cobra como expresidente, pero no la asignación salarial sino la pensión, ya que tiene la condición de jubilado -mayor de 65 años-. Y la pensión es unos 24.000 euros menor que la retribución que percibe Artur Mas. En cuanto al fondo de libre disposición, en el último ejercicio la oficina del expresidente Maragall consumió 6.000 euros menos que la de Mas.