Nuria Richart charla con el escritor, actor y director de teatro Albert Boadella sobre el alcance de la “paranoia catalana”. “Lo que hemos visto”, dice, “es un espectáculo de un cierto patetismo”, es decir, “el ver unas masas que no se atreven a ser muy violentas con las fuerzas del orden y unas fuerzas del orden que van como reprimidas, porque no quieren hacer tantas fotos. No es la toma del Palacio de Invierno”, ironiza.

Sobre la actuación de los Mossos d’Esquadra comenta que al verlos “haciendo el pasmarote hemos descubierto que había una policía que trabajaba para un partido”, algo “insólito en la Europa actual”; y “el Ministerio de Interior lo permite”.

Boadella también carga contra el gobierno de Rajoy y los anteriores gobiernos de España que han hecho constitucionales leyes que atentan por ejemplo contra la inmersión lingüística o multa por rotular los comercios en español. Reprocha a Felipe González que aunque ahora se rasga las vestiduras, “cuando estaba de Presidente del Gobierno a mi hija la estaban adoctrinando en el instituto y yo tenía que ir a protestar”.

Para el director de Els Joglars estamos viviendo un “golpe de Estado preparado en 35 años”, del que “Pujol es el auténtico responsable”. Los independentistas catalanes están “ejecutando una venganza” y “ganarán”. Una victoria que él pensaba que se iba a producir “con Zapatero” porque entonces “tuvieron la mejor oportunidad”.

Albert también opina sobre la posición de la Iglesia, cree que lo hacen para ganar adeptos pero “se equivocan porque la religión de los nacionalistas, de los separatistas, es Cataluña y el separatismo”.

¿Y ahora qué? “Ahora vendrá la independencia”. Para el director sólo hay una salida: “la única posibilidad es la suspensión de la autonomía, sin plazo.” La primera decisión: “cerrar tres meses TV3, Radio Catalunya y la corporación catalana de medios de comunicación. Porque éste es el núcleo de la contaminación, de aquí sale el virus de la enfermedad general”. Para Boadella, “los ciudadanos que viven en este territorio se comen las mentiras con facilidad”, se lamenta, porque “es muy difícil no caer en ello”.

Le preguntamos sobre la diferencia entre Jordi Pujol y Carles Puigdemont. Para Boadella éste último “no es nada, es un hombre precario. Un encefalograma, no diré plano, pero de pequeñas colinas”.

Fuente: Libertad Digital