Centro Dharma en Pozuelo de Alarcón (Madrid)

Víctor Calvo (Remitido).- El pasado 16 de agosto de 2017, el diario ABC recoge una noticia con el siguiente titular: “Alumnos del Dharma College, sin solución para el próximo curso”. En ella se narran los últimos acontecimientos acaecidos en el centro de estudios Dharma College, de Pozuelo de Alarcón, del que, según la noticia antes reseñada, la Comunidad de Madrid ha retirado la autorización para funcionar.

La Fundación Dharma tiene otros centros autorizados repartidos por la geografía española, y uno de ellos es el Dharma College-La Marina (autorizado mediante publicación en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana, por Resolución de 5 de noviembre de 2014, de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte), del que fui alumno junto a otros muchos compañeros. Militares profesionales todos, que nos encontrábamos en régimen de internado en una residencia de preparación militar, para la incorporación a la escala de Suboficiales del Ejército de Tierra, y, por tanto, confiábamos plenamente en la legalidad de lo que allí se nos ofreció cursar.

Para entender la situación en la que nos encontramos, debemos remontarnos a octubre de 2014, fecha en la que tiene lugar un proceso selectivo para el acceso a la Residencia Militar de Acción Social de Estudiantes (RME) “Virgen de la Paz”, situada en Ronda, centro tutelado por la Dirección de Asistencia al Personal del Ejército de Tierra (DIAPER), donde, durante el periodo comprendido de octubre de 2014 a julio de 2015, su alumnado (militares profesionales todos, con más de 1 año de servicio en las Fuerzas Armadas) reciben la formación necesaria para la
posterior superación de la oposición para el acceso a la Escala de Suboficiales del mismo Ejército, mediante promoción interna, cuyo examen estaba previsto para julio de 2015.

Esta oposición para el acceso a la Escala de Suboficiales ofrecía tres vías de acceso, de las que vamos a destacar dos (las que afectan a la noticia): una, a la que aspirábamos los posteriores
perjudicados, “Prueba de Acceso a Ciclos Formativos de Grado Superior” (vía de acceso C), otra, la vía de “Bachillerato” (vía de acceso A).

Ese mismo mes de octubre, la Dirección de la Residencia Militar de Estudiantes “Virgen de la Paz”, ofreció a los alumnos de la vía de acceso C (en la que nos encontrábamos los 11 afectados
por esta situación actual), en las instalaciones de la Residencia Militar de Estudiantes “Virgen de la Paz”, realizar los estudios conducentes a la obtención del título de Bachillerato del sistema
educativo panameño, a través del centro extranjero escolar Dharma College-La Marina, con cuyo director se puso en contacto personalmente.

En primer lugar, hay que apuntar que dicho Centro está autorizado por las autoridades españolas como le he señalado más arriba. Por tanto, el centro, está autorizado para impartir docencia del sistema educativo de Panamá, en España y, como señala la propia resolución, tanto a alumnado español como extranjero. Y está autorizado porque los estudios que ofrece también blo están en virtud del cumplimiento de la normativa de educación del país de origen, y en virtud del cumplimento de la normativa española sobre centros docentes extranjeros (Real Decreto
806/1993, de 28 de mayo).

Por tanto, tenemos a una serie de alumnos de la Residencia Militar de Estudiantes “Virgen de la Paz”, alrededor de 60 alumnos, quienes, siguiendo las directrices de la Dirección de la Residencia Militar de Estudiantes, deciden aumentar sus probabilidades de éxito en la oposición cursando este Bachillerato panameño con el correspondiente gasto de matrícula.

Decisión que todos ellos toman, evidentemente, de forma libre, pero, también, con la confianza propia en aquello que se les ofrece en las instalaciones del Ministerio de Defensa como es esta
Residencia Militar de Estudiantes “Virgen de la Paz”, y considerándolo como parte de la propia preparación que la RME nos proporcionaba. Confianza que se vio respaldada por las visitas del
Subdirector de Gestión de Centros de la Dirección de Asistencia al Personal del Mando de Personal del Ejército de Tierra, y posteriormente con la del Teniente Coronel del Cuerpo Jurídico,
quienes respaldaron la iniciativa de la Dirección de la Residencia Militar de Estudiantes “Virgen de la Paz”.

Continuaremos diciendo también que dichos títulos no están siendo homologados por el Ministerio de Educación en lo que constituye una vulneración de la normativa existente (R. D. 104/1988, R. D. 806/1993, Convenio de Cooperación Cultural entre España y Panamá de 2 de mayo de 1979, modificado por Canje de Notas publicado en el BOE 256 de 25 de octubre de 2001, y Convenio “Andrés Bello”, del que forma parte España y sirve para recoger las tablas de equivalencia entre cursos de diferentes sistemas educativos de Iberoamérica y España).

Porque esa es la realidad actual en la que se encuentran, curiosamente, todos aquellos que consiguieron superar el proceso selectivo de acceso a la Escala de Suboficiales en verano de 2015 (un total de 11 alumnos). Aquellos que no consiguieron superar el proceso selectivo, sí han conseguido su homologación, lo cual constituye una discriminación directa y flagrante que Educación no reconoce. Pero es que existe una derivada más en todo este asunto del tratamiento que la Administración está haciendo de todo esto, y es que dos de aquellos 11 que aprobaron el proceso selectivo, y que tampoco obtuvieron la homologación por el Ministerio de Educación, acudieron posteriormente al País Vasco, comunidad autónoma que tiene la competencia de Educación transferida, y lograron obtener la homologación. Total, que nos encontramos con que dependiendo de dónde acuda cada cual se obtiene uno u otro trato en este asunto. Estas dos personas que han visto como sí obtenían en el País Vasco lo que Madrid les negaba, tienen ya sus títulos homologados con validez plena en todo el territorio nacional.

Los perjudicados acudimos al Defensor del Pueblo, quien en principio nos brindó ayuda, aunque una vez que el asunto se fue enquistando, se retiró. Igualmente dirigimos al anterior Ministro de Defensa, Don Pedro Morenés, escrito haciendo valer nuestro derecho de petición, de forma individual, tal y como tenemos regulado este derecho los miembros de las Fuerzas Armadas, habiendo sido INADMITIDO dicho derecho de petición.

Y así estos alumnos hemos llegado al día de hoy, donde después de más de dos años (iniciamos el proceso de homologación en mayo de 2015), todos los afectados hemos recibido resoluciones
desestimatorias relativas a la homologación de los mencionados estudios por parte del Ministerio de Educación. Negativas que posibilitaron, además, nuestras expulsiones de las diferentes Academias de formación militar en las que nos encontrábamos dependiendo de la especialidad (artillería, infantería, etc.)

Actualmente, todos los afectados nos encontramos en vía judicial. Con esto algunos hemos conseguido volver a nuestras Academias de formación militar gracias a las medidas cautelares
que se nos otorgó en la Audiencia Nacional, donde están siendo recurridas nuestras homologaciones en vía contencioso-administrativo, y que, hasta la fecha, desgraciadamente a algunos nosotros de nosotros ya le ha sido notificada sentencia desestimatoria por parte de la Audiencia Nacional, con lo cual, si las Administraciones no nos dan una solución, el desenlace no es difícil de adivinar.

Mientras tanto, solicitamos una solución de la Administración al problema que se nos ha creado a nosotros y a nuestras familias, para poder continuar nuestra carrera militar, y no perder definitivamente lo que conseguimos con gran esfuerzo al superar el proceso selectivo de ingreso en la Escala de Suboficiales, ya que, la realización de los estudios se apoyó y alentó en bloque
tanto por el personal no especialista en derecho, como por todo el Cuadro de Mandos de la Residencia Militar de Estudiantes con su Coronel Director y Teniente Coronel Jefe de Estudios a la cabeza, así como por el General Subdirector de la Dirección de Asistencia al Personal del Mando de Personal del Ejército de Tierra, y, el Teniente Coronel del Cuerpo Jurídico, que allí se desplazaron para apoyar la realización del mismo.

Decirles también que la Fundación Dharma ha seguido abriendo varios centros a lo largo de estos 2 años, todos ellos autorizados por la Administración. Sin embargo, el Ministerio de Educación sigue sin reconocer ninguno de los títulos que estos Centros imparten, con lo cual, resulta incomprensible e incongruente que por parte del Estado español se autorice el funcionamiento de estos centros, pero, no se reconozcan sus titulaciones. Hay muchísimas familias que se encuentran inmersas en esta problemática, tanto es que se están movilizando mediante una plataforma en Facebook que se llama ‘Afectados Dharma College’, en la que han anunciado varias concentraciones que ya se encuentran autorizadas frente a la Embajada de Panamá, en Madrid, y, a las puertas del Ministerio de Educación, con el fin de reclamar una solución al respecto.

Echamos de menos que las Administraciones den ejemplo de responsabilidad.

Por último, señalar que no tengo inconveniente en detallarle en persona aquellos aspectos que sean de su interés o que desee que le amplíe.