En realidad debería haber titulado el artículo “Un gobierno de imbéciles e incapaces”, pero como no me gusta ofender colectivamente, he preferido limitarme a la inútil que regenta los asuntos del paro y de la inseguridad social, es decir, la Menestra (no es un error) de Empleo y de la Seguridad Social.

Simplemente viéndole el careto, cualquier persona normal y corriente, sin necesidad de ser psicólogo, sabe perfectamente que no es muy inteligente; más bien poco. Es verdad que es licenciada en empresariales, o algo así, pero hoy en día cualquier idiota puede ser graduado o licenciado, sobre todo si ha cursado los “estudios” en una de esas universidades privadas que más que impartir enseñanzas se dedican a la “venta” de títulos universitarios, como empresas mercantiles que son, con ánimo de lucro o, por lo menos de supervivencia.

Esta mema hizo ayer unas declaraciones, que por poco me caigo del sillón, menos mal que tenía orejeras, y me mantuvieron estable… Dijo, más o menos, que no se preocuparán los pensionistas catalanes, que la “caja única de la seguridad social” española les seguiría pagando las pensiones, sin ningún problema.

Si Cataluña se independiza, ¿nos quiere explicar esta señora porqué tenemos que pagar las pensiones de los catalanes, sobre todo habida cuenta de que la seguridad social funciona con un sistema de reparto, es decir, las gallinas que entran por las que salen?

En otras palabras, que con las cotizaciones actuales se están pagando las pensiones vigentes, puesto que la famosa “caja única” no es nada, es una entelequia, y el famoso fondo de reserva está ya sin fondos, pues el Gobierno ha tenido que prestar varios miles de millones de euros al sistema (creo que diez mil) para mantener el fondo con algún fondo, aunque solo sea un artificio contable, lo que se llama “ingeniería financiera”.

Otro ministra, este catedrático de universidad, pero también bastante corto, o por lo menos ingenuo, el de Hacienda, se dedica a requerir a la Generalidad para que le explique de dónde sale el dinero para organizar el referéndum, comprar urnas, hacer publicidad, imprimir las papeletas de votación, etc. ¿Y piensa que le van a contestar la verdad…? Desde luego, es más tonto de lo que ya pensaba.

La Generalidad, posiblemente no le contestará, o caso de hacerlo le dirá que proceden de Ómnium Cultural, de la Asamblea Nacional Catalana, de donantes privados, de la sociedad civil, o de Perico de los Palotes. Pero lo único que es cierto es que todas esas entidades “privadas” están generosamente regadas con subvenciones a fondo perdido de la Generalidad. En otras palabras, es todo dinero público.

¿Pero qué te puedes esperar de unos señores que cuándo vayas a tomar un café con ellos son incapaces de invitarte, o que si les pides una provisión de fondos deducen de la cuantía solicitada el importe de la comisión bancaria correspondiente?

Si Cataluña se independiza, las pensiones de los catalanes tendrá que pagarlas la seguridad social catalana, con el dinero que recauden, manu militari, de los empresarios y trabajadores que allí residan. Ni más ni menos.

Y, obviamente, tendrán que reducir la cuantía actual de las pensiones, por lo menos de las más elevadas, ya que la seguridad social paga más dinero en pensiones en Cataluña del que recibe de cotizaciones.

Algunos economistas cifran esa previsible reducción en un 30% de los importes actuales.

En fin, con su pan se lo coman. Pan untado con tomate, que está muy bueno, por cierto.

*Abogado y escritor. Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.