J.M. Carrascal. (R) y Redacción.- Tengo la desagradable impresión de ser víctima de un timo, la que se siente cuando todos alrededor se han conjurado para engañarnos. Se nos está vendiendo que la operación Ramblas, Ripoll, Alcanar, Cambrils o como quieran llamarla fue un éxito. Y no lo fue. En los atentados terroristas, éxito es que no ocurran, y éste ocurrió. ¡Vaya si ocurrió! Nada menos que 13 muertos dejó en las Ramblas, otro en la Diagonal y otro en Cambrils, burlando el perpetrador todos los controles y moviéndose por Cataluña cuatro días como Pedro por su casa. ¿Es eso un éxito? Éxito fueron los setecientos y pico de yihadistas detenidos antes de atentar. Pero se intenta vendérnoslo como la prueba de que los Mossos son una fuerza policial capaz de garantizar la seguridad de los catalanes cuando sean independientes, cuando Abouyaaqoub se les escapó en las Ramblas, en la Diagonal, en Cambrils, para localizarlo sólo gracias a una señora que lo reconoció.

¿Y que me dicen de su detención? A los terroristas hay que detenerlos vivos, para saber las ramificaciones de su complot, pero a éste, con sólo cuchillos, lo liquidaron a tiros (¿no podían haberle tirado a las piernas?), alegando el cinturón de explosivos que llevaba, falso como los de sus cómplices. Esto fue una chapuza de principio a fin, como fue no poner bolardos en las Ramblas o que el chalet de Alcanar hubiera estado okupado por la célula terrorista del imán Abdelbaki durante ocho meses para preparar su gran golpe en Barcelona, sin que la policía catalana lo oliera. E incluso cuando el invento les estalló en las manos lo tomaron como un laboratorio clandestino de drogas. No culpo a los Mossos, sino a sus mandos que, obsesionados por el procés, no cooperan con las Fuerzas de Seguridad españolas. Caro lo están pagando.

Pero con ser esto gravísimo, más lo es el embeleco que intentan vendernos. Con la consigna de «unir a todas las fuerzas políticas al pacto antiterrorista», se están haciendo concesiones a los que parecen más cerca de quienes intentan matarnos que de nosotros. Podemos dice que sólo participa en ese pacto como observador y la CUP anunció que no se uniría a la manifestación antiterrorista del sábado si iba encabezada por el Rey. Luego rectificó, no sin antes culparle del atentado. Difícil saber si estas chicas son tontas o malvadas. Tras controlar la política catalana, intentan controlar la española. Si el de la coleta no quiere firmar el pacto antiterrorista y las del flequillo no quieren ir con el Rey, adiós muy buenas. Más vale solos que mal acompañados. ¿No se llaman antisistema? Pues que salgan de él y se unan a quienes intentan dinamitarlo.

Para resumir: si de algo ha servido el último atentado yihadista es para aclarar quién prefiere el sistema que tenemos y quién está contra él. Elijan ustedes. Éste es, todavía, un país libre.

POLICÍAS Y GUARDIAS CIVILES DENUNCIAN ERRORES DE LOS MOSSOS 

La muerte de Younes Abouyaaqoub, el último terrorista islámico responsable de los atentados en Barcelona y Cambrils, amén de conductor de la furgoneta asesina, ha sido un respiro para todos. Pero ello no quita para que desde el Colectivo Democrático de Policías y Guardias Civiles se hayan detectado una serie de graves fallos en la actuación de los Mossos y en los responsables de la Generalitat, que nunca contó ni pidió la colaboración de las fuerzas policiales nacionales. Bajo el título de ‘Aprender para que no se repita’, que reproduce ESdiario, esta organización argumenta una serie de diez puntos con los “errores” detectados a su juicio.

En su primer punto este colectivo critica que los Mossos no advirtieran que la explosión de Alcanar anterior al atropello en Las Ramblas “no podía considerarse por ningún experto TEDAX como una explosión de gas”. Además, estiman que la identidad del herido rescatado, “que estuvo sin seguridad en un hospital”, y la aparición de hojas del Corán desperdigadas entre los escombros debieron alertar en la primera inspección ocular, “que se retrasó sin ninguna razón conocida hasta la mañana del día 18”.

Sin colaboración

También creen que la cooperación policial para reducir o impedir las acciones de los terroristas brillo por su ausencia: “No es cierto que haya habido colaboración entre ninguno de los cuatro cuerpos con responsabilidad en la evitación de atentados yihadistas. Dellos son, sus mandos y responsables políticos, los principales responsables de los errores cometidos en estos atentados”.

Tampoco les parece correcto que se pudiera acceder con coche a las Ramblas, porque “vulnera las condiciones de seguridad imprescindibles en un nivel de alerta 4, dejando en evidencia la negligencia de responsables políticos”.

En un tono de dureza critican la actuación de las autoridades de la Generalitat “como si prefirieran más víctimas actuando solos los Mossos que menos víctimas si colaboraban la Policía y la Guardia Civil”. Porque denuncian que a mbos Cuerpos permanecieron a la espera y ofreciendo sus servicios de TEDAX, personal operativo para controles etc. “sin que fueran demandados por las autoridades políticas y mandos responsables de Generalitat y los Mossos”. Por lo que creen que nunca se sabrá si de haberse reclamado dicha colaboración los huidos podrían estar detenidos.

Desaparecido a pie

Tampoco entienden que un terrorista penetre en una zona peatonal, ocasione muertos durante casi 400 metros y desaparezca a pie. Como consideran inexplicable que el imán de Ripoll haya permanecido sin control tras cuatro años de cárcel por delitos contra la ley de extranjería y tráfico de drogas. Según este colectivo, no es nueva esta descoordinación, que algunos de sus miembros llevan años denunciando entre policías y guardias civiles, entre sus mandos. Y añaden que ahora se une un nuevo Cuerpo “que aplica las mismas prácticas de primar el interés corporativo sobre la seguridad de la ciudadanía”

Por último dan la cifra de que el 40 por ciento de los crímenes de terrorismo -anteriores al yihadista- quedaron sin esclarecer, lo que califican de “fracaso desde cualquier punto de vista en cualquier policía o en gestión pública de cualquier área de actividad”. Aunque el discurso propagandístico de políticos y corporativista promovido por medios de comunicación y en ambos Cuerpos “ha asentado en la opinión pública una percepción errónea de la realidad: No puede ocurrir lo mismo con el terrorismo islamista”. También, concluyen con su negativa a participar de los discursos “que mienten y manipulan”.