Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y Armando Robles, fundador de SOLUCIONA y director de AD.

Lorena Mendivil.- “La alcaldesa de Barcelona tiene una gran responsabilidad en el atentado de La Ramblas. De hecho, lo que hizo fue allanar el camino a los terroristas al no colocar bolardos. En cualquier país medianamente serio, Ada Colau estaría ya políticamente muerta. Pero como España es diferente, lo mismo acaba de presidenta de la Generalidad catalana”, ha manifestado hoy el fundador del proyecto político SOLUCIONA y director de AD, Armando Robles. Por este motivo, el equipo jurídico de SOLUCIONA prepara ya una querella por prevaricación contra la regidora barcelonesa.

Robles subrayó que muchos ayuntamientos españoles han sido condenados al pago de grandes indemnizaciones “por tener baldosas resbaladizas, por la caída de la rama de un árbol o por la mala sincronización de un semáfoto,  que causaron lesiones a los vecinos”. “Aquí estamos hablando de trece muertos, que seguramente se habrían evitado si Ada Colau hubiese aceptado las recomendaciones de los expertos en seguridad”, señaló.

SOLUCIONA insta a los familiares de las víctimas a que se sumen a la querella contra Ada Colau. “Sus seres queridos no murieron sólo por un acto terrorista, murieron por una acción criminal que fue posible gracias a la negligencia, la incompetencia y el sectarismo de una alcaldesa consumida por el odio, que trasladó al campo de la seguridad colectiva sus enfrentamientos políticos con los que ella considera sus enemigos ideológicos”.

Robles se refirió al artículo 404 del Código Penal, que establece “la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo, por tiempo de entre nueve a quince años, a la autoridad que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo”.

(OK Diario)

Recuerda SOLUCIONA en ese sentido que el día 20 de diciembre de 2016, la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Dirección General de la Policía, dependiente del Ministerio del Interior, envió una carta a todos los jefes superiores de policía. También a los Mossos.

En la carta se recordaban los atentados mediante atropellos multitudinarios de Niza y Berlín, y se instaba a “establecer medidas de protección física que impidan ataques de similares características en lugares de alta concurrencia de personas (..) se debería llevar a cabo por los Ayuntamientos mediante la instalación provisional de grandes maceteros o bolardos en los accesos”

Sin embargo, en Las Ramblas nunca se instalaron estos sistemas disuasorios para impedir actos terroristas como los registrados en Estocolmo, Berlín o Niza, pese a estar en un nivel cuatro de alerta terrorista. Unas medidas de seguridad que poco a poco se han implantado en otras ciudades europeas”.

Los Mossos se desmarcaron del Ministerio y dijeron que no querían barreras en todas las aglomeraciones para evitar el bloqueo de los vehículos. Dijeron que se negaban a instalar bolardos en la zona más turística de Barcelona para no entorpecer el tráfico rodado, “pero en cambio los accesos al Tibidabo o a Mayor de Sarriá, que apenas pisan los turistas, son imposibles para los vehículos privados”.

Insiste el fundador de SOLUCIONA en “la más que presunta arbitrariedad de Colau” al desoír las advertencias del CNI, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. “Sus expertos  sabían que Las Ramblas era una zona potencialmente muy peligrosa y un escenario más que probable para un atentado terrorista como el que desgraciadamente tuvo lugar el jueves”.

En la línea de lo manifestado por algunos analistas, SOLUCIONA también acusa “al presidente Puigdemont y sus adláteres de acaparar protagonismo y arrimar el ascua de esa matanza atroz a su obsesión soberanista, con gestos tan abyectos como el de diferenciar entre víctimas catalanas y víctimas españolas”. “El presidente Rajoy y sus ministros, nada. Nada más que callar durante horas (siete, en el caso del jefe del Gobierno) a fin de no incomodar a los separatistas, colocarse a la sombra de la administración autonómica, cosa inaudita en la Unión Europea, y dejar pasar los días sin otra respuesta a Daesh, firmante del ataque, que los consabidos lamentos y llamamientos a la unidad. ¿Unidad para qué? ¿Para llorar juntos?”.

También en consonancia con esas mismas fuentes, cree SOLUCIONA que, salvo milagro, tenemos la guerra perdida. “La tenemos perdida porque nos faltan convicción, determinación, valentía y firmeza para ganarla. Porque nunca una guerra contra el fanatismo de cualquier naturaleza se ha ganado con palabrería hueca, comprensión para el enemigo o medidas de apaciguamiento. Porque ni siquiera nos atrevemos a llamar a las cosas por su nombre e identificar sin ambages el monstruo al que nos enfrentamos. Porque pesan más los complejos, el buenismo, el miedo al qué dirán ciertas televisiones o simplemente la pereza que la necesidad de tomar decisiones desagradables indispensables para ganar. Por ejemplo, cerrar de inmediato todas las mezquitas en las que se predica el radicalismo. Casi un centenar solo en Cataluña. Nadie lo hará”, concluye el partido social-identitario.