Resulta chocante que con la que está cayendo, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia esté investigando la actuación del juez destinado en Alicante don José María Magán, por una queja presentada, primero por la Generalidad Valenciana, y ahora, por una especie de ONG denominada: “Plataforma per la defensa de la llengua (catalana)”, que pueden ustedes imaginarse quién la debe sostener económicamente. Esta asociación de medio pelo, que no la conocen ni donde tiene la sede, pide una sanción para el magistrado por negarse a recibir escritos de la Generalidad de Cataluña redactados en catalán.

Esto es inaudito. Pero vamos a ver, lo repetiré por enésima vez, ¿qué pinta en un juzgado sea en Cataluña o fuera de Cataluña, un escrito redactado en una lengua que solo utilizan la mitad de los residentes en una región española, cuando tenemos una lengua común con la que nos entendemos más de QUINIENTOS MILLONES de personas en todo el mundo? ¿Por qué ese empeño en hacer prevalecer el capricho de los secesionistas en todos los ámbitos de la vida de los españoles? ¿Qué pinta la lengua catalana en una comunidad como la valenciana, donde se habla, además del castellano el idioma valenciano? ¿Quién es, una asociación catalanista que representa solo a unos pocos, para cargar contra un juez honesto y ejemplar, cuya actuación es la correcta, y al que se criminaliza por el solo hecho de que siendo natural de Barcelona y conociendo la lengua catalana rechace los escritos en catalán? ¿Por qué tenemos que seguir aguantando todo tipo de desafíos y agravios por parte de quienes tienen como único objetivo romper España? ¡Basta ya!

Todos los medios informativos se movilizan ante la queja de cualquier asociación catalanista y antiespañola, pero sin embargo, cuando se da el fenómeno contrario, donde otra asociación denuncia la injerencia del independentismo catalán en la Comunidad Valenciana, entonces, nadie le hace ni puñetero caso.

Es evidente que el independentismo catalán se ha convertido en el “puto amo” de la España gobernada por Rajoy. Todo lo que no gire en torno a los secesionistas no obtiene respuesta de las instituciones ni de los medios. Hasta los islamistas saben que en Cataluña gozan de un escudo protector que los representa en el parlamento regional, y que supone para ellos un seguro de vida con subvenciones incluidas para hacer lo que les venga en gana, mientras se cachondean de todos los españoles.

El juez Magán a la derecha, en su toma de posesión

Don José María Magán, para quien no lo sepa, es en la actualidad el juez titular del juzgado de lo Contencioso número TRES de los de Alicante. Este magistrado tuvo que salir de Barcelona y pedir traslado forzoso a Alicante, víctima de la persecución sistemática del independentismo catalán por no plegarse a sus postulados en la imposición del catalán por encima de cualquier otra lengua incluido el castellano. El linchamiento fue terrorífico, implacable, cruel. Al final, como siempre, las Instituciones lo dejaron solo; los criminales canallas se salieron con la suya.

Ahora en Alicante, este humilde servidor público se ha enfrentado de nuevo a los “putos amos”; ha tenido el valor de rechazar escritos de la Generalidad de Cataluña redactados en catalán, por entender que el catalán no es una lengua cooficial en la Comunidad Valenciana tal y como reza en los estatutos de autonomía de 1982 y su posterior reforma.

Hay que recordar que el gobierno actual de la Comunidad Valenciana es catalanista; un cómputo de males sin mezcla de bien alguno. En primer lugar porque ninguno de los partidos que se han unido para aferrarse a la ubre, ganaron las elecciones. En segundo lugar porque el objetivo del tripartito comprometido con el secesionismo catalán, tiene como objetivo catalanizar el Antiguo Reino de Valencia para anexionarlo a lo que ellos llaman “países catalanes”, en contra del sentir de una amplia mayoría de ciudadanos que quieren seguir siendo valencianos y españoles. Y en tercer y último lugar, porque la banda de comunistas, socialistas y catalanistas, que gobiernan la Comunidad Valenciana y algunos ayuntamientos, quieren conducir al Antiguo Reino de Valencia por los mismos derroteros que los secesionistas están llevando a Cataluña. O sea, al desastre.

Por todo ello, nuestro firme apoyo y solidaridad con el juez don José María Magán, sometido a un linchamiento mediático miserable e injusto, por una caterva de desalmados independentistas que además de no respetar la Constitución, tienen al gobierno de la nación secuestrado.

El juez Magán, bajo mi particular punto de vista, y creo que coincidiendo con el de millones de españoles, no está obrando a instancias de ninguna ideología ni de ninguna doctrina, solo responde a su riguroso, delicado y trascendente quehacer, como es cumplir y hacer cumplir la ley sin miedo a esa triple presión que todos conocemos: la mediática, la ambiental, y la de esos grupos violentos y antiespañoles que vulneran continuamente el orden constitucional establecido, pero que curiosamente nadie los mete en cintura.