Los vicesecretarios de Estudios y Política Social del Partido Popular, Andrea Levy y Javier Maroto, respectivamente, junto con el presidente del PP Guipúzcoa, Borja Sémper, representan a la formación en la manifestación homosexualista.

José L. Román.- Allí estábais en primera fila tras la pancarta; con los ojos enjugados en lágrimas y el rostro henchido de felicidad; con el corazón encogido por tanto jolgorio de los que se sienten respaldados por vuestra presencia; pero sobre todo, con el convencimiento de que vuestro proceder y el de vuestro partido, estaba siendo respaldado bajo demanda por la totalidad de los que os confiaron el voto, y en especial por los católicos españoles.

Y mientras vosotros, actuando en nombre de la perversión y putrefacción del Partido Popular, desfilabais al son de gays y lesbianas, un grupo de esos admiradores del jolgorio y el desmadre, se orinaba impunemente en el monumento levantado a un héroe de nuestro Ejército, que en 1808 se enfrentaría al ejército de Napoleón en nombre de la libertad y la independencia de nuestro pueblo. Me estoy refiriendo al teniente don Jacinto Ruiz y Mendoza (1779-1809), a quien la historia ha querido bautizar como “el último del Dos de mayo”.

Esta ofensa que vuestros amigos los sodomitas hacen a nuestras Fuerzas Armadas y a la ciudad de Ceuta, por ser el teniente Ruiz natural de esta españolísima plaza, no es un hecho aislado, como estoy seguro que afirmaréis después en vuestras declaraciones, sino un ataque más contra nuestro Ejército y sus caídos, por parte de esta chusma que vosotros, Andrea Levy y Javier Maroto, respaldáis, auspiciáis y avaláis en nombre del Partido Popular, publica e incondicionalmente.

Pero, mientras esta grave afrenta a nuestras Fuerzas Armadas tiene lugar, ¿dónde está la ministra de Defensa? ¿Dónde está la señora María Dolores de Cospedal que como responsable política directa del Ministerio de Defensa, debería haber salido ya a la palestra para denunciar y poner estos hechos en conocimiento de la Fiscalía? Pues la señora de Cospedal, cabeza visible de vuestro partido, ni está ni se les espera.

Vosotros, Levy y Maroto; Maroto y Levy, abrazados a vuestra también abanderada Cristina Cifuentes, y en nombre del Partido Popular, no solo os habéis unido a los que ofenden gravemente a los católicos de todo el mundo utilizando la Cruz de Cristo como taparrabos, sino que respaldáis con vuestra presencia a los que se orinan y se ciscan impunemente en los héroes del glorioso Ejército español.