Albert Rivera.

El 25 de mayo de 2015 Albert Rivera proclamaba orgulloso que Ciudadanos se convertía en la tercera fuerza municipal de España tras conseguir en las elecciones locales 1.527 concejales en el conjunto del país. Ponía en valor la decisión de hacer esta apuesta acelerada apostando por su propia marca y no mediante confluencias como Podemos. Aunque el calentón demoscópico había hecho pensar en unos resultados mejores, lo cierto es que los datos eran meritorios para un partido que apenas cinco meses antes debatía si presentarse o no a las elecciones autonómicas andaluzas.

Para lograr aquellos resultados el partido emprendió un crecimiento acelerado. A través de un proceso de captación de candidatos sin previa verificación y bebiendo también de las estructuras de viejos partidos locales. El precio de aquella decisión acelerada se deja ver pasado el ecuador de las legislaturas municipales y autonómicas. Según datos facilitados por la secretaría de Organización, en la actualidad el partido cuenta en sus filas con 1.389 concejales. Lo que significa que el partido ha perdido 138 concejales.

La mayoría de ellos han pasado a los grupos de no adscritos, por su decisión de abandonar el partido o tras haber sido expulsados por la dirección nacional. Pero ni siquiera dentro del partido tienen fácil contabilizar ese constante goteo de bajas. Hace apenas un mes un tuit desde la cuenta oficial del partido reducía el número hasta los 1.316. Desde Organización insisten en su dato (1.389 ediles), a los que habría que sumar a cinco diputados autonómicos. Los críticos con el partido aseguran que las bajas son más, y que se aproxima a los 250 cargos públicos.

El desencanto también alcanza a los datos de afiliación. Hasta finales del año pasado el partido aseguraba que contaba con 31.000 afiliados. Pero de cara a su Asamblea General del mes de febrero el partido depuró el censo de impagados y personas que habían solicitado la baja. A día de hoy se sitúa en torno a los 23.000.

Tras el cónclave de febrero Rivera marcó como uno de los objetivos rehacer toda la estructura municipal del partido. Desde entonces tanto el secretario de Organización, Fran Hervías, como el secretario General, José Manuel Villegas han visitado la Comunidad Valenciana, Andalucía, La Rioja, Galicia, Aragón y Cataluña. Y el propio Rivera ha estado presente en Murcia, Navarra, Asturias, Castilla León y Castilla la Mancha. A corto plazo el objetivo es resolver las disputas internas para sanear las estructuras e ir seleccionando perfiles para 2019.

El precedente con sus ediles ha llevado a Cs a querer tener un control más férreo. En su reciente asamblea se aprobó que solo se celebrarán primarias para el cabeza de lista y en ciudades de más de 250.000 habitantes. El resto de puestos dependerá de la dirección. En las próximas semanas se nombrarán los nuevos comités autonómicos. Estos ganarán algunas funciones ejecutivas, hasta ahora eran puros entes de coordinación.

Aunque las bases podrán elegir a sus coordinadores, la dirección nacional se reserva el nombramiento del portavoz del comité autonómico (el líder territorial) y de las cinco principales áreas (Organización, Comunicación, Acción Institucional, Programas y Relaciones Institucionales). También elegirá a cinco cargos institucionales de cada región. Con lo que la mayoría de cada comité autonómico siempre dependerá de la dirección nacional. Descentralización a fuego lento.