Fachada principal de la Presión Modelo de Barcelona

En cuestión de un mes la cárcel Modelo de Barcelona cerrará definitivamente sus puertas y sus últimos reclusos serán trasladados a otras prisiones a la espera de que se construya un nuevo recinto en la Zona Franca. El mal estado de sus instalaciones está detrás de un anunciado final, el 8 de junio, que coincide un día antes del aniversario de sus 113 años de historia.

El Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona es conocido popularmente como Cárcel Modelo y se ubica en el corazón de la Ciudad Condal, entre las calles Rosellón, Provenza, Nicaragua y Entenza. Inaugurada en el año 1904, la más antigua de las actuales cárceles catalanas se construyó en torno al concepto de prisión circular en la que todas las celdas y espacios son visibles para los guardias. Nada se podía esconder entre sus paredes. Su vocación de modernidad, pues nació para sustituir la cárcel de la calle de Amalia, chocó con la realidad de un sistema penitenciario masificado y con escasos recursos. Los motines, los conflictos y las miserias han terminado por ser su auténtico legado.

La Modelo asumió la filosofía de la época burguesa de que las cárceles servían para algo más allá del castigo. La reinserción social era su objetivo final, de ahí su lema de «In severitate». Pero la reinserción no estaba reñida entonces con la pena de muerte. Joan Rull, conocido por su marcada ideología anarquista y su participación en actividades terroristas, fue ajusticiado en el verano de 1908 a garrote vil, siendo la primera persona en sufrir la máxima condena en la historia de esta cárcel. Salvador Puig Antich, conocido como «El Médico» también fue ejecutado en esta cárcel Modelo el 2 de marzo de 1974 mediante el mismo método.

Ilustres presos, políticos y delincuentes comunes

Juan José Moreno Cuenca, mas conocido por «El Vaquilla»

En sus 113 años de historia fueron muchos los presos emblemáticos que pasaron por sus celdas. El periodista Josep Pous i Pagès fue detenido en 1909 por un artículo sobre el Poble Catalá, razón por la que tuvo que estar en prisión un mes. Más tarde formaría parte del Consell Nacional de Cataluña, fundado por otro ilustre huésped de la Modelo de Barcelona, Lluís Companys. En noviembre de 1930, el político catalanista Lluis Companys estuvo preso en la Modelo junto a Ángel Pestaña, Joan Lluhí i Vallescà y Emili Granier Barrera, a consecuencia de su actividad política durante la dictadura de Primo de Rivera. Posteriormente convertido en un mito del nacionalismo catalán, Companys fue el máximo responsable de proclamar el Estado Catalán en octubre de 1934 bajo la presión de los elementos más extremistas de Cataluña. El político fue internado también en la Modelo después de que las fuerzas militares restablecieran el orden en Cataluña; pero no a la de Barcelona, sino a la Modelo de Madrid.

No obstante, la cárcel ha albergado a todo tipo de delincuentes. En 1984 la prisión se hizo famosa por el motín incitado por Juan José Moreno Cuenca «El Vaquilla», que fue prácticamente televisado para toda España. El Vaquilla y el resto de reclusos de la quinta galería, en la que se entremezclan los reclusos más peligrosos y los llamados protegidos, lanzaron frente a las cámaras de televisión una larga lista de reivindicaciones, entre las que estaba recibir heroína y que pudieran exponer sus quejas a través de una emisora de radio. El motín había comenzado cuando el mítico preso obligó a un guardia a que le diera todas las llaves de la galería valiéndose de un cuchillo escondido en interior de un frasco de gel. El resto de funcionarios de esa galería fueron reducidos y encerrados en una celda.

El motín, que duró seis horas, finalizó en el momento en que los amotinados vieron satisfecho el segundo punto reivindicativo de su plataforma: que se les suministrara heroína.

Otro de los momentos más impactantes de su historia fue el asesinato de un mafioso francés a manos de un francotirador cuando se encontraba internado en la prisión catalana. Raymond Vaccarizi, el gánster más buscado de Francia, fue asesinado en 1984 por dos disparos efectuados con un rifle de mira telescópica desde la azotea de un edificio de la calle Provenza, situado frente a la prisión. Vaccarizi, considerado el enemigo público número uno en el vecino país, fue detenido en Barcelona por la Interpol en marzo de 1983 y estaba reclamado por diversos juzgados de Marsella por su presunta vinculación a la mafia marsellesa. Para darle más elementos cinematográficos al asunto, se dice que fue la llamada de la esposa del capo la que le incitó a asomarse por la ventana justo cuando el tirador estaba en posición.