Armando Robles, presidente y fundador de Soluciona, durante la campaña para las elecciones locales de 2015 en Málaga

Tras la oleada de brutales atentados terroristas en Europa que llevan el sello de los islamistas, SOLUCIONA ha pedido al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), el “cierre preventivo inmediato” de la mezquita principal de la ciudad, en la calle Ingeniero de la Torre Acosta.

El partido social identitario cree necesaria esta medida hasta que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado determinen si el citado recinto están sirviendo de base o no para el “adoctrinamiento radical”. Recuerda en ese sentido que, según muchos expertos, en muchas mezquitas en España se aboga por la supremacía islámica a través de la yihad.

SOLUCIONA quiere conocer al mismo tiempo si se ha investigado o no la presencia en la mezquita de Málaga de textos que defiendan el uso de la violencia en la búsqueda de un orden político basado en el sharia o que propugnen la yihad como un deber de suma importancia para un musulmán.

El proyecto identitario fundado por el director de AD y candidato a la Alcaldía de la capital de la Costa del Sol en 2017, Armando Robles, interpela también sobre si existe o no dependencia económica de la mezquita con el régimen integrista de Arabia Saudí, cuna y base logística del wahabismo, que predica el odio contra los cristianos y la necesidad de imponer la ley islámica en todo el mundo.

En tanto todos esos supuestos sean aclarados, SOLUCIONA cree “imperativo” la clausura de la mezquita y urge al alcalde a dar un paso al frente. “En sus años de mandato, el alcalde de Málaga ha permitido el cierre de decenas establecimientos comerciales y hosteleros por incumplir alguna formalidad. Nos preguntamos cuán más importante no sería el cierre provisional de un recinto que podría estar comprometiendo la seguridad colectiva de los habitantes y visitantes de Málaga”.

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga.

En lo que supone toda una declaración política de intenciones, SOLUCIONA señala que procedería al “inmediato cierre” de todas las mezquitas construidas en España desde 1986 (año de la aprobación de la ley reguladora de los derechos y libertades de los extranjeros en España) en caso de tener el poder suficiente para cambiar las normas vigentes relacionadas con la libertad religiosa.

Añade que dentro de la telaraña de reclutamiento tejida por el grupo terrorista Daesh, las 800 mezquitas encubiertas existentes en España juegan un papel fundamental, según un informe de AICS (Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad).

AICS considera que los centros de reunión para la oración “son claves en la actividad de los elementos de captación”. Y aquí juegan un papel protagonista los ‘señaladores’, labor que desempeñan los’‘imanes’ de las irregulares mezquitas o los dueños de los locales, encargados de indicar a los reclutadores a aquellos vecinos especialmente proclives a ingresar en las redes del grupo islamista. El ‘señalador’ es el mecanismo para “descubrir a un posible voluntario”.

El dossier de inteligencia subraya cómo desde el Daesh se ha lanzado un mensaje a sus redes de reclutamiento para ganar para la causa radical a “médicos, ingenieros, profesores, técnicos informáticos y químicos”, profesionales con abundantes contactos sociales, por una parte, y con notables conocimientos especializados, para extender el proselitismo.

Mezquita de Málaga.

Las “reuniones discretas” en los citados locales encubiertos acaban evolucionando hacia el lavado de cerebro. Religión, “odio hacia lo occidental”, interpretaciones “dirigidas” del Corán, el consumo incesante de propaganda islamista, una tergiversación de la realidad “más basada en medias verdades que en mentiras, de tal manera que la cercanía a los hechos constatables no permita ver su manipulación”. El objetivo último de la captación: aislar al reclutado, alejarlo de sus núcleos de amistades y que el único contacto sea “con los encargados de su adoctrinamiento”, según la consultora de inteligencia.

Casi como si de una secta se tratara, las víctimas se encierran en sí mismo y cambian ostensiblemente. Desde AICS subrayan que en España estos reclutados no se convierten generalmente en “alguien preparado para luchar”, sino que el objetivo es tejer una red de adeptos “que apoyen la causa en todas sus facetas”.

El Daesh incluso distribuye ‘manuales de superviviencia’ para los captados: estética relajada frente a los cánones islámicos (reducir la barba, no usar prendas musulmanes y no hacer ostentación de fe) o evitar “cualquier contacto con grupos religiosos afectos a la causa”.