Andrew Anglin.- Estudiantes demócratas del colegio Elizabethtown, en Pensilvania, han decidido portar un alfiler con forma de corazón de color blanco, como “protesta” por el “privilegio” de pertenecer a la raza blanca en un país que, según dicen, “discrimina a los negros de forma sistemática”. El citado centro está ublicado en el condado de Lancaster, habitado mayoritariamente por estadounidenses nativos.

“Es bueno que las personas de raza blanca participen en el debate sobre las razas que casi siempre son promovidos por personas afroamericanas”, manifestó Aileen Ida, presidenta de los demócratas de la universidad y principal impulsora de la iniciativa.

Ida, de origen judío, denunció que “los blancos están continuamente permitiendo que se produzca un sistema social de opresión” y explicó que el alfiler blanco a modo de protesta representa “las luchas raciales”.

Al ser preguntada si todos los estudiantes blancos gozaban de los privilegios señalados, respondió afirmativamente, si bien admitió que no todas personas de esa raza gozaban de ventajas socioeconómicas. Ida fue incapaz de ofrecer un sólo ejemplo que acreditara sus denuncias sobre los supuestos privilegios que tiene la población blanca.

Animó a los estudiantes del colegio a implicarse en la lucha contra las divisiones raciales. “La mayoría de las personas de color están comprometidas contra el racismo, mientras que los blancos no”, añadió. Desconocemos qué pensará sobre la situación de los no judíos en Israel, donde el racismo ha sido institucionalizado por el Estado para preservar a la raza judía.

De hecho, si el debate fuera honesto y señalara al grupo étnico más privilegiado en Estados Unidos y en todo Occidente, los señalados tendrían que ser los miembros de la exclusiva comunidad a la que pertenece Ida. No sólo disponen de los mayores recursos económicos y del control de la opinión pública a través del cine y de los grandes medios informativos, sino que cuentan con un arsenal de normas que los blindan de cualquier crítica. El  ejemplo más reciente ha sido el de un “youtuber”, que ha sido fuertemente penalizado por atreverse a bromear sobre el “pueblo elegido”.

Por tanto, no sería descabellado pedirle a Aileen Ida que tanto ella como los miembros de la población judía en Estados Unidos utilicen algún tipo de identificación que delate la privilegiada situación de la que disfrutan. Pero no seremos tan ingenuos de creer que tal cosa ocurrirá. Ya se sabe que la raza blanca de religión cristiana es siempre la culpable de todos los males que en el mundo han sido. La bestia mundialista ha dictado sentencia.