¿Alguien se cree de verdad que existe enemistad entre los catalanes y el resto de los españoles? Tanto a unos como a otros lo que nos interesa es vivir con dignidad, y aquí nuestro enemigo es el mismo: la mafia financiera globalista con la que se han aliado los poderes políticos. Todo este tinglado no obedece más que a ocultar el fracaso de un régimen que no da más de sí, y que juega al despiste con excusas imaginarias. PDeCAT, ERC, PSC, CUP y sus adláteres han dilapidado todo el crédito moral depositado en su capacidad, al convertir a Cataluña en la comunidad más endeudada del país, con unas pretensiones de estado que solo un despilfarro continuado ha podido sostener, con unos niveles de corrupción, robo y amiguismo que harían palidecer a la Camorra napolitana, con la policía autonómica más violenta y represora de Europa, milicias trotacalles, que acumulan más denuncias por torturas que ningún otro cuerpo policial, y con un absoluto servilismo al capital sionista que aguarda para sacar beneficio de este río revuelto mientras atiza, mediante su monopolio de los medios de comunicación, la irracionalidad identitaria. Ya no se trata ni de insolidaridad fiscal, ni del patético espectáculo de quienes berrean su ignorancia a la sombra de una bandera roja y amarilla, ya sea de tres franjas horizontales o de nueve a veces verticales y a veces no.

Cataluña no es rescatable porque el agujero de corrupción y secreto del estado de sus cuentas es tan grande e inimaginable durante varias décadas que se han ido tapando y tapan la realidad de sus cuentas, y solo nos cuentan una falsa realidad presupuestaria pública y de riqueza familiar y empresarial ficticia, que ahora van a desbrozar en secreto lo que realmente vale o no vale Cataluña, y lo va a hacer la Casa Rothschild, que terminará quedándose con la región.

Cataluña ha optado por venderse a los mejores postores, sea la fortuna saudí que con tal de recaudar dinero estuvo recibiendo fondos directos por inmigrante acogido, y que ahora llegan únicamente a través de partidas del gobierno en conceptos sin detallar y a través del FLA Fondo de Liquidez Autonómico. También ha optado por venderse, como el resto de España, a quien más y mejor quiera pagar a bajo precio.

Tras el clamor independentista se halla “el lobby sionista”, y más concretamente, “el entramado de empresas tapadera de Rothschild y todo su club de particulares y sociedades. El Banco Sabadell, participado principalmente por Mango y Planeta-Vueling, es un ejemplo, lo que demuestra que el poder sionista escoge cabezas y nombres a los que apoya desde hace años, para instalar su patrimonio de sociedades sin nombre, pero que ellos sí conocen.

Cuando el gobierno de España nos confunde y nos engaña diciendo que la Casa Rothschild va a intervenir en la distribución del FLA, Fondo de Liquidez Autonómica, algo que debiera ser un asunto de Estado y no de una familia de banqueros, ya nos está anunciando lo poco que pinta el gobierno de España por debajo del gobierno mundial, a cuya cabeza están los Rothschild, que viene a repartirse España. Mandan de cabeza visible a Oliver, pues Jacob lleva internacional junto con Nathaniel, y llama menos la atención, pero quienes harán la auditoría serán los mismos, y esta vez sin nombre porque le salió mal al gobierno hablar en el caso de la auditoría a Bankia, el mencionar nombres como Black Rock, Goldman Sach, etc, del grupo sionista de Estados Unidos, de la familia Bush y compañía. Los que vienen son sociedades sionistas que vienen a quedarse con Cataluña. En el resto de España ya se la han repartido. Luego ya maquillarán mediante pactos el aspecto de independencia que quieran darle a una Cataluña vendida.

El odio nacionalista a España es tal que prefieren venderse a cualquier postor antes que seguir siendo españoles, pero las servidumbres siempre se han pagado y caras.

Es evidente que Cataluña tiene el valor de bono basura como Grecia de B- en términos de calificación, que agencias como Moodys han calificado, y que supone que no tienen derecho a crédito internacional, pero sí a venta de país; y es evidente que no puede seguir adelante más que con el dinero de cheques y partidas del inventado FLA, de España que ya no queda, o la venta del patrimonio catalán que se ha de valorar para poder vender y entregar a los grupos sionistas.

*Empresario y político catalán