Un empresario francés demandó a la empresa tecnológica de transporte Uber por 45 millones de euros (unos 48.000.000 dólares) debido a una falla informática que alertó a su esposa de sus movimientos y la llevó a tener sospechas de sus infidelidades, provocando el divorcio.

El hombre utilizó el iPhone de su mujer para acceder a su propia cuenta de Uber en la aplicación de la compañía pero, una vez cerrada la sesión, el teléfono continuó recibiendo notificaciones sobre sus desplazamientos, según reportó el periódico francés Le Figaro.

Datos como el nombre del chofer, matrícula y tiempo de llegada llegaban continuamente al smartphone de su esposa sin que él lo supiera, alertándola de sus infidelidades y desencadenando un juicio de divorcio.

Otros datos, como la geolocalización en tiempo real y el destino exacto, no aparecen sin embargo en las notificiaciones.

Le Figaro intentó hablar con Uber pero la empresa indicó que no iba a comentar públicamente casos individuales, especialmente debido al proceso de divorcio que se encuentra en medio.

El problema técnico en la aplicación de Uber afecta sólo a los usuarios de iOS que no realizaron la actualización del 5 de diciembre. Quienes la tengan, así como los usuarios de Android, no sufren este problema.

Las aplicaciones y las redes sociales son cada vez más utilizadas como evidencia en casos de divorcio en los que se intenta probar una infidelidad, especialmente en Estados Unidos, donde la Academia Americana de Abogados Matrimoniales encontró que uno de cada cinco casos implicaba a Facebook.

En el caso de Francia, sin embargo, la evidencia digital no siempre es admisible aunque la falla técnica de Uber podría incentivar a los jueves a tenerla en cuenta.