En las últimas semanas han aumentado los actos violentos en las calles de algunas ciudades europeas y en lugar de ser casos aislados, todas parecen corresponder a una especie de patrón difícil de contener.

Este lunes, un grupo de jóvenes alemanes intentó prender fuego a un indigente que dormía en una estación de metro de Berlín. Afortunadamente el hombre de 37 años resultó ileso gracias a la ayuda de algunos testigos, que corrieron para auxiliarlo.

El 9 de diciembre, un video de una cámara de seguridad, también de una estación de metro de Alemania, indignó al mundo. En la grabación se ve cómo un hombre patea a una mujer que baja las escaleras adelante de él y que provocó que la joven se caiga y se golpee violentamente contra el piso.

Sin embargo, los casos no ocurrieron sólo en territorio germano. El último sábado, en un centro comercial en Holanda, un joven filmó como uno de sus amigos le propinó una brutal patada a una mujer que se encontraba realizando compras.

Los tres casos son llamativamente similares y difícil de prevenir, por lo que la preocupación en Europa por estos actos de violencia sin sentido se acrecienta con cada nuevo episodio.