El inmigrante mexicano Luis Loza pasó por un terrible accidente el 26 de enero de 2014. Jugando un partido amateur en la liga de Ventura (California) quedó inconsciente tras recibir un rodillazo en la boca.

Al día de hoy carga con una deuda de 105.000 dólares y varios dientes menos, detalle que le genera algunos problemas personales. Si bien el torneo en el que jugaba contaba con un seguro, era el mínimo, y él no lo sabía.

Cuando se despertó, cuatro días después, ya estaba en el hospital. Allí se enteró que le habían quebrado la mandíbula de un rodillazo. “En la cancha me estaba ahogando con la sangre, casi moría ahí, me tuvieron que revivir”, detalló el futbolista de 27 años.

El defensor nunca vio que detrás suyo había un jugador rival. En el golpe también perdió cinco dientes y fue un problema que hasta hoy afecta su vida social.

“Mi vida ha cambiado mucho porque ya no puedo sonreír como antes, no salgo a muchos lados, no puedo comer en público, me da vergüenza, sólo voy del trabajo a casa”, le confesó a Univision.

Luis Loza pagó durante varias temporadas 28 dólares de registro de la liga, pero el seguro que estaba incluido en ese paquete sólo cubría las lesiones con un tope de hasta 5.000 dólares.

“Al hospital me llegó la cuenta de 105.000 dólares. La liga tenía el seguro más bajo, con esos 5.000 sólo se pagó el servicio de los bomberos y la ambulancia”, detalló.

Actualmente trabaja en una empacadora y su salario no le alcanza para pagar la deuda ni para comprarse una dentadura postiza. Los dientes que no se le cayeron están flojos y necesitan ser removidos.