Antonio Vegas, en una sala de vistas en la Ciudad de la Justicia de Málaga.

El noviazgo entre el exalcalde de Villanueva del Trabuco (Málaga), el socialista Antonio Vegas, y la entonces jefa de la Policía Local en el municipio, Carolina Muñoz, acabó en un cruce de denuncias por malos tratos. Ahora, el Juzgado de lo Penal número 13 de Málaga ha absuelto al exregidor y ha condenado a su exnovia.

La sentencia, contra la que cabe recurso, impone a la mujer la obligación de realizar 33 días de trabajo en beneficio a la comunidad por un delito de malos tratos en el ámbito doméstico o, si no acepta esta medida, la pena de tres meses de prisión, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de Antonio Vegas ni comunicarse con él por cualquier medio durante un año y tres meses. Además, tendrá que indemnizarlo con 110 euros. No obstante, la magistrada absuelve a la exjefa de Policía Local del delito de malos tratos habituales y de la falta de vejaciones de las que se le acusaba.

La jueza declara probado que ambos mantuvieron una relación sentimental, que califica de «complicada» a tenor de los mensajes de móvil que intercambiaron, durante un periodo aproximado de un año. Los hechos a los que hace referencia la sentencia sucedieron la madrugada del 3 de julio de 2011, cuando la entonces pareja se encontraba en la plaza de la Mezquitilla, en Benalmádena. Todo comenzó en el restaurante donde estaban cenando en compañía de unos amigos. Según uno de los testigos, Carolina se dirigió al baño del establecimiento, donde habría comprobado el móvil de su novio y, al regresar, comenzó a insultarlo, alzando la voz.

El fallo judicial recoge que la discusión se inició porque ella encontró unos mensajes y llamadas en el teléfono móvil del exalcalde con una tercera persona. Ambos salieron andando del restaurante en dirección al coche de Antonio Vegas, que estaba aparcado en las inmediaciones, pero «ante la conducta agresiva de Carolina, que habría propinado golpes a Antonio, éste decidió dirigirse a una zona más concurrida, llegando a una parada de taxis».

Lesiones

La jueza considera probado que, una vez allí, la ahora condenada propinó «varios golpes y tortazos en el rostro» al que entonces era su compañero sentimental. Como consecuencia de estos hechos, el exregidor sufrió contusiones en la pirámide nasal y en la región mandibular, de los que tardó en curarse tres días. Por el contrario, no queda acreditado, según la sentencia, que él agrediera a su expareja, que lo acusaba de propinarle empujones, ni tampoco de las lesiones que ella aludía, esto es, heridas en un antebrazo y una crisis de ansiedad. Tampoco se ha podido demostrar que durante la relación se hubiesen agredido mutuamente ni que hubieran intentado ejercer uno sobre otro una situación de control y abuso de superioridad, de ahí que ambos hayan sido absueltos de los delitos de malos tratos habituales.

La sala se apoya, entre otras pruebas practicadas, en el testimonio de un testigo presencial de la discusión, un taxista que declaró durante el juicio que fue ella quien lo agredió a él, según recoge la resolución judicial. El conductor profesional aseguró que ella «le daba tortas» a él, que permanecía con las manos detrás. La jueza infiere de su testimonio que fue Carolina la que acometió a Antonio, «habiendo permanecido éste con las manos en los bolsillos». La escena cesó, añade, cuando el taxista, a instancias del exalcalde, llamó a la policía, momento en que la mujer se marchó del lugar.