El presidente ruso Vladimir Putin.

Rusia advirtió hoy que la Unión Europea (UE), que prorrogó este viernes por otros seis meses sus sanciones sectoriales contra Moscú, se arriesga a perder para siempre sus posiciones en los mercados rusos, ocupados tanto por productores nacionales como por otros países.

“A tenor de la diversificación de nuestra política económica, la UE se arriesga a perder definitivamente una serie de importantes sectores del mercado ruso”, señala el comunicado difundido por el ministerio de Asuntos Exteriores ruso tras conocerse la decisión de los Veintiocho.

Las sanciones europeas, agrega la cancillería rusa, “tienen un efecto negativo en la situación económica en Europa”.

“Al ceder a las duras presiones (de Estados Unidos), Bruselas castiga en primer lugar a sus propios productores. La ralentización de los ritmos de crecimiento económico y la pérdida de puestos de trabajo como resultado de la política sancionadora de la UE contra Rusia está certificada por informes del Parlamento europeo”, recuerda Moscú.

La economía rusa, pese a los efectos negativos de las sanciones, obtiene algunos réditos al reducir su dependencia financiera, económica y tecnológica de los países de la Unión, agrega el comunicado.

Los Veintiocho oficializaron hoy la prorroga de las sanciones, algo que se daba por hecho desde hace semanas, al entender que Rusia no ha cumplido con sus compromisos relativos a la aplicación plena de los acuerdos de Minsk para el arreglo del conflicto en Ucrania.

Las sanciones, que afectan a los sectores bancario, energético y de defensa rusos, fueron adoptadas el 31 de julio de 2014 por el apoyo de Rusia a los separatistas prorrusos sublevados en el este de Ucrania.

Hace dos días, el presidente ruso, Vladímir Putin, también prorrogó las contrasanciones rusas a la UE, que prohíben la importación de todos los alimentos perecederos procedentes de los países integrados en la Unión.

La medida de Moscú, a diferencia de la europea, se extiende por un año y medio, hasta finales de 2017.

La lista de productos europeos prohibidos incluye frutas y verduras, carnes, pescados y lácteos.