Ivan Perisic marcó el gol de la victoria para Croacia en el minuto 86 de partido, y en ese mismo momento el mundo se le vino abajo a España. La derrota ante el conjunto balcánico no sólo apea a España del primer lugar del grupo, sino que además le aboca a una parte del cuadro de segunda fase realmente terrorífico: La Roja se enfrenta a Italia en octavos y potencialmente a Alemania en cuartos. De momento, España, Francia y Alemania están en esta parte del cuadro, y Portugal puede también quedar encuadrada con las favoritas.

El partido fue un calco de tantos otros encuentros que España ha disputado en la fase de clasificación, partidos con ritmo cansino, que parecen controlados, pero que al final acaban costando mucho de sacar. En esta ocasión, una Croacia venida a menos por la lesión de Modric se atrincheró en su área y lanzó sendos contrataques en momentos clave, al final de la primera parte y al final del partido, para contrarrestar el gol de Álvaro Morata al minuto 7 de partido.

España no supo o no pudo cerrar el encuentro cuando tuvo ocasión. Un penalti inexistente sobre Silva lo falló Sergio Ramos, que disparó bien pero que vio como Subasic se adelantaba más de medio metro y acababa denteniéndole la pena máxima. También justo ante del primer gol de Croacia, Morata se plantó solo ante el portero contrario, pero su control fue defectuoso y el delantero marró la ocasión.

Pero el jugador que de verdad quedará marcado tras el encuentro fue De Gea. El portero de España, involucrado en una polémica sexual justo antes del arranque de la Euro, se mostró muy inseguro durante todo el partido. Cometió un fallo en el primer tiempo que casi le cuesta el primer gol, y no fue capaz de cubrir su primer palo ante el disparo de Perisic cuando el partido iba encaminado a un empate que dejaba a todos contentos.

Sin quizás merecerlo, David de Gea se llevará ahora muchos d elos palos de la prensa y la crítica, cuando quizás sería mejor evaluar por qué se dio el bajón tremendo de juego en comparación a los partidos de República Checa y Turquía. Sin embargo, si es cierto que De Gea no estuvo muy fino, justo en el primer partido en el que se le exigió de verdad en esta Euro.

Ahora vienen los platos fuertes del torneo. Italia o Alemania no se andan con minucias y tanto De Gea como el resto de sus compañeros tienen que dar un paso al frente.