CT.- Las dos archidiócesis andaluzas, o mejor, sus dos arzobispos, están siendo objeto de constantes ataques a sus personas por motivos que sería difícil interpretar. Pero que ahí están. Como si quisieran dejar vacantes sus archidiócesis. ¿Para qué? Ahí puede estar el quid del asunto. ¿Después del turbio asunto de Zaragoza alguien puede estar interesado en defenestrar a otros dos arzobispos? Y todo parece valer. ¿Encubrimientos inexistentes? ¿Enfermedades más inexistentes todavía? ¿A quién beneficia todo esto? Si es que hay alguien que pueda beneficiarse de la basura. Con la que alguno ha quedado ya bastante manchado

Ahora el arzobispo de Sevilla es atacado por cancelar un acto en una iglesia de la LGTB. ¿Es que son las iglesias los ámbitos propios de las LGTB?

Yo a don Juan José Asenjo, con quien vuelvo a estar a tope una vez más, le pondría un reparo. Parece que lo que ha cancelado era una segunda edición de algo ocurrido antes. Si así fuere el arzobispo tiene un problema no con la LGTB sino con una de las iglesias de su archidiócesis. Qué sería lo que tendría que resolver. Porque iglesias que lo que hacen es crearle problemas, que otros se encargan de instrumentalizar contra su persona, más bien mejor no tenerlas.

Muy bien, señor arzobispo, por la cancelación. Pero… ¿y esa iglesia? ¿Le va a montar una tercera? Y ya ve usted que hay quienes le tienen en el punto de mira. Vamos, que quieren dejar Sevilla sede vacante. ¿Para qué?