Pelayo del Riego.- La noticia reciente, sobre la guerra que se libra por el agua, desde hace décadas, en los municipios agrícolas cercanos al Parque Nacional de Doñana, y otras guerras que se suceden, y desgraciadamente se sucederán, en otras zonas de España, y en el planeta, y que llegarán a ser cruentas, originadas por la escasez del agua, me llevan a publicar un estudio sobre magnitudes, proporciones, y progresiones -en cuatro entregas- referidos a este oro líquido, fundamental para nuestra vida.

El agua es un líquido incoloro, inodoro, e insípido, formado por la combinación de un volumen de oxígeno, y dos de hidrógeno (H2O). Su peso específico es 1,00 a 4ºC; punto de fusión, 0,00ºC, y punto de ebullición 100,00º C. La configuración de su molécula, le confiere una serie de propiedades sobresalientes.

Salvo el aire, el agua –coalimento- es la materia directamente más necesaria para la vida. Debe llegar a ser considerada como un derecho humano, a incluir en la Declaración Universal del 48, pues el derecho a la vida, sin el derecho al agua, carece de sentido. En la fisiología del planeta, el agua significa la vida. Allá donde llega el agua, hay vida. No es materia destructible, y por tanto, es un recurso renovable.

De los 510.101.000 km2 que tiene la superficie del Planeta Tierra -equivalente a un cuadrado de 22.585 km. de lado- el 70,9% están cubiertos por el agua de los mares. La tierra firme ocupa el 29,1%. Por tanto, son 361.661.600 km2, la superficie de los mares o hidrosfera, y es equivalente a un cuadrado de 19.000 km. de lado -tres veces el radio medio terrestre de 6.371 km- y por tanto, 2,44 veces mayor, que la superficie terrestre del Planeta, que es de 148.439.400 km2, y equivalente a un cuadrado de 12.183 km de lado, casi dos veces, el radio medio terrestre de 6.371 km.

Es curioso señalar, que el cuerpo de los seres humanos, en tanto que materia viva, posee –intrinsecamente- como lo hace la superficie del planeta, un 71% de agua. Una persona de 70 kg, contiene 50 kg de agua, 16 kg de carbono, 1,8 kg de nitrógeno, y 1 kg de calcio, que suman 68,8 kg. El resto de elementos suman 1,2 kg.

La profundidad media de los mares, y océanos, es aproximadamente de 4.000 m., y sólo llegamos a conocer y explotar, hasta un 10%, esto es 400 metros. El punto conocido más profundo de la tierra, es una fosa marina, que está en el archipiélago de las islas Marianas, junto a Guam. Esta fosa, se ubica en el Pacífico noroccidental (11º19’N/142º15’E) y su última medición, dio una profundidad de 11.033m.

La relación de 4 km de profundidad, respecto a una superficie de 361.661.600 km2, hace que esta capa de agua marina, contemplada en un planisferio al uso (2m x 1,70m.), se reduzca a 0,38 mm de espesor, tanto o más, que el de la cartulina en el que está impreso. Esta relación para un metro cuadrado, equivale a un espesor de 0,210 mm ¡la quinta parte de un milímetro!. Jacques Cousteau, describe esta relación muy gráficamente: Si se sumergiera una bola de billar en agua, y se le quitase la película de humedad, que quedaría adherida inmediatamente tras ser extraída, sería proporcionalmente mayor que la de todos los océanos.

A partir de datos aproximados, se estima que el Planeta tiene un volumen de agua, por todos los conceptos, de 1.360.000.000 km3. Es agua salada 1.320.000.000 km3 (97% del total), equivalente a 1.320 billones (1.320.000.000.000.000.000) de m3 de agua marina (180.000.000 m3 de agua per cápita ó 0,180 km3 per cápita para 7.300.000.000 de habitantes, a día de hoy), y es agua dulce 40.000.000 km3, sólo el 3% del total. La misma que cuando éramos 6.000.000.000 de habitantes en el año 2000, un 18% menos habitantes. El agua dulce de balance, en todas sus formas, per cápita, es de 5.479.000 m3 ó 0,0054 km3.

Esto significa, que toda el agua del planeta que contemplamos en un planisferio –salada y dulce, en todas sus formas, incluida la freática que no se ve- equivaldría a la contenida en un cubo de poco más de 1.100 km de lado. Es decir un cubo, que tuviese de lado la distancia aproximada que existe entre Paris y Viena, en línea recta.

De este agua dulce (los 40.000.000 km3, que es un 3% del total) 30.000.000 km3, aproximadamente (75%), se presentan en forma de hielo, 9.000.000 km3 son de agua subterránea (23%), 100.000 km3 en lagos y ríos, y unos 13.000 km3 en forma de vapor atmosférico.

El agua dulce total, en todas sus formas, -los 40.000.000 de km3, que representan ese 3% del total agua en el planeta- cabrían en un cubo de 342 km de lado, aproximadamente la distancia en línea recta entre Lyon y Milán, ó Madrid y Santander, y su 75% sería hielo. La producción de agua dulce, partiendo de la marina, es problema técnicamente resuelto, sin otra dificultad hoy, que el coste de la energía. La fusión nuclear, despejaría por completo el problema de la escasez.

El agua, en todas sus formas, tan solo supone el 0,022% (22 milésimas) de la masa -el peso- de la Tierra que es de 5.977 trillones de tm. (5.977.000.000.000.000.000.000), y el 0,121% (ciento veintiuna milésimas) del volumen de la Tierra, que es de 1.083.320.000.000 km3. No obstante, los océanos constituyen los mayores ecosistemas del Planeta.

La atmósfera, y los océanos, son sistemas dinámicos en continuo movimiento, fruto de la irradiación del sol -342 watios por metro cuadrado o constante solar media- de la rotación, y traslación de la Tierra, de su campo gravitacional, así como también, de la atracción gravitacional del Sol, y la Luna. Las nubes están formadas por concentraciones, de pequeñas y livianas gotas de agua, aproximadamente una pequeña gota por milímetro cúbico de aire, gotas que se mantienen en suspensión en virtud de las corrientes de aire. Cuando se unen, cerca de un millón de estas pequeñas gotas, para formar gotas mayores -de unos dos milímetros de diámetro- se produce la lluvia.

Cuando llueve, nieva o graniza, en el flujo global anual, se precipitan sobre la superficie del planeta, unos 468.700 km3 de agua dulce, 468,7 billones de toneladas, ó el 0,034% -treinta y cuatro milésimas- del total de agua del planeta. Es como si cada año, se vertiese sobre el Planeta, veinte veces, el contenido del lago Baikal, que es la mayor reserva líquida de agua dulce de la Tierra (20%), y que tiene un volumen de 23.000 km3. De estos 468.700 km3 de precipitación anual –que vienen a ser 919 litros/m2/año- llueven o nievan sobre el mar, 370.000 km3 (370 billones de toneladas, que es el 79% de lo precipitado), y a la tierra, sólo 98.700 km3 (98,7 billones de toneladas, el 21% de lo precipitado), cuando en proporción a la superficie, debería ir al mar el 70,9% y a tierra el 29,1%. Parece ser que el agua atrae al agua.

El agua evaporada desde el mar, y desde la tierra firme, totaliza unos 468.700 km3 anuales. El mar evapora cerca de 403.300 km3 de agua -el 86 % de ese total de agua evaporada anual que es un 9% más de los 370.000 km3 que llueven sobre él anualmente- y la tierra firme evapora anualmente 65.400 km3, que representa el 14% del total evaporado, y el 66,26% de estos 98.700 km3 que llueven o nievan sobre ella. La tierra firme, anualmente evapora, pues, dos tercios de la que recibe por las precipitaciones, y el mar evapora un 109% de lo precipitado sobre él. Cada año se evapora, por tanto, como hemos dicho, el 0,034% del agua total existente sobre la superficie del planeta, o sea, treinta y cuatro milésimas, de los 1.360.000.000 km3 existentes.

Es fácil colegir la enorme importancia meteorológica que reviste, este continuo movimiento del agua, y el volumen del ciclo anual, para los sistemas de la vida en la Tierra, y la trascendencia que el calentamiento atmosférico, y sus variaciones, pueden revestir en el incremento de la evaporación, y sus imprevisibles efectos, y consecuencias climáticas.

Queda patente, la gran volatilidad del agua marina hacia la atmósfera, originada por su enorme superficie, en proporción a su escasa profundidad, (361.661.600 km2 de superficie contra 4 km de profundidad media) y cómo llueve más cantidad, y se evapora más proporcionalmente, sobre el mar que sobre la tierra.

No se pierdan la próxima entrega. (Continuará).

*Miembro del Capítulo Español del Club de Roma.