Asesinado un profesor en Bangladesh en lo que podría ser un ataque islamista
Imagen del profesor universitario bangladesí que murió hoy después de que dos hombres le atacaran con “armas punzantes”.
Un profesor universitario bangladesí murió hoy después de que dos hombres le atacaran con “armas punzantes”, en un homicidio que sigue el patrón de los últimos ataques islamistas en Bangladesh, aunque la Policía informó a Efe que todavía investiga lo sucedido y no descarta cualquier hipótesis.
El profesor Rezaul Karim Siddiquee, de 58 años, murió a primera hora de la mañana cuando fue atacado por dos hombres en una parada de autobús en la ciudad de Rajshahi, en el noroeste del país, dijo el comisario adjunto de la Policía regional, A. Kalam Azad.
“Le atacaron con armas punzantes, cortándole el pescuezo”, explicó Azad, que añadió que los dos hombres lograron huir y están tratando de localizarlos.
Según el agente, la Policía desconoce todavía el móvil detrás del asesinato de Siddiquee, que trabajaba en el departamento de inglés en la Universidad de Rajshahi además de colaborar con varias organizaciones culturales.
“No sabemos todavía si ha sido o no un ataque islamista”, concluyó Azad.
De confirmarse el ataque islamista, este homicidio se sumaría al de varios activistas laicos críticos con el fundamentalismo religioso en Bangladesh, el último de ellos ocurrido a comienzos de abril, con la muerte a machetazos de un estudiante de Derecho.
En 2015, otros cinco pensadores seculares críticos con el islamismo fueron asesinados, incluido el reconocido escritor Avijit Roy, cuya muerte abrió la veda.
La Policía ha atribuido esas acciones al grupo extremista local Anasarullah Bangla Team (ABT) y ha efectuado algunos arrestos, aunque los activistas denuncian falta de justicia y una situación de inseguridad que ha llevado a blogueros y pensadores a limitar movimientos o exiliarse en el extranjero.
A los atentados contra el colectivo laico se sumaron el año pasado varios ataques contra ciudadanos extranjeros y representantes de minorías religiosas que han continuado a principios de 2016 y que a menudo han sido reivindicados por el grupo Estado Islámico pese a que las autoridades los atribuyen a una organización autóctona.
