AM.- No suele pasar muy a menudo, pero Mariano Rajoy ha estallado. El presidente del Gobierno lleva desde el lunes viendo cómo su ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, no acierta a explicar su implicación en los conocidos como papeles de Panamá revelados por La Sexta y El Confidencial. La guinda llegó cuando el canario insistió en una comparecencia en el Congreso de los Diputados en que “desconocía” haber ocupado un puesto de responsabilidad y una participación del 50% en la compañía británica. “Me he enterado hoy de que era secretario de la empresa UK Lines”, ha llegado a declarar.

Una rectificación que dejó vendido al PP ya que 24 horas antes Rajoy había ordenado todos los barones cerrar filas y dar por buenas las primeras explicaciones de Soria. La imagen en el Congreso de Soria discutiendo a voz en grito con Jorge Moragas y María Dolores de Cospedal en la M-30 del Congreso demuestra que Soria había trastocado los planes de Génova.

Y por si esto fuera poco, el presidente del Gobierno ha sido desafiado por el alcalde de Granada. En el momento más crucial del calendario electoral, José Torres Hurtado ha sumado su nombre a la larga lista de políticos implicados en casos de corrupción urbanística. Y lejos de echarse a un lado como así se lo ha pedido el partido, Torres Hurtado se ha enrocado en la Alcaldía granadina defendiendo su “honradez” y anunciando que no dimitirá al mostrarse “convencido” de que “no hay ni ha habido corrupción” en la gestión del equipo de gobierno ni de los funcionarios que están siendo investigados.

El PP tuvo conocimiento de la operación con anterioridad. Por eso el secretario del comité nacional de derechos y garantías acordó este miércoles la suspensión provisional de militancia de Torres Hurtado y de Nieto por razones de urgencia y en base al artículo 18.7 de los estatutos del partido. La idea era llegar al mitin de hoy de Cuenca en defensa de las diputaciones provinciales, sin que ningún periodista pudiera preguntarle ni por la corrupción de Torres, ni por los papeles de Soria. Y ni una cosa ni otra.

La guinda ha venido de la mano de Aznar. La Agencia Tributaria le ha impuesto al expresidente del Gobierno una multa de 70.403,96 euros, obligándole a abonar una liquidación complementaria de 199.052,19 euros por diversas irregularidades fiscales cometidas en los ejercicios 2011 y 2012.Algo muy similar a lo que le ocurrió a Podemos con Juan Carlos Monedero.

Por eso Rajoy ha ordenado que todo se solucione este mismo viernes como muy tarde. Ni un minuto más. El presidente quiere empezar a virar su discurso preelectoral sin ser lastrado por la corrupción. Los programas de televisión y las tertulias radiofónicas -incluidas las de la Cadena Cope y Onda Cero consideradas emisoras ‘amigas’- llevan 72 horas centradas en exclusiva en estas informaciones negativas para Rajoy en un momento clave. Justo cuando se espera que el presidente del Gobierno por fin mueva ficha tras la votación de las bases de Podemos. “O mostramos contundencia, o no podremos vender nuestro mensaje en la campaña electoral” ha señalado Rajoy.