Madrugada para recrearse en Sevilla
DS.- Fría y tranquila, la Madrugada sevillana se desplegó en todo su apogeo con un nivel de público algo condicionado por la baja temperatura y el elevado control de enclaves esenciales, como el cierre de las setas o el aforamiento del entorno del Salvador y la Cuesta del Bacalao.
Desde la salve de Ainhoa Arteta en el interior de la Basílica de la Macarena, la noche dejó algunos detalles nuevos y otros a tener en cuenta, como el nuevo recorrido de vuelta del Silencio, que retrasó su entrada hasta coincidir la sobriedad de su palio en el Duque con la exhuberancia del misterio de la Esperanza de Triana en la Campana. O Abel Moreno acompañando a la Macarena. O el Gran Poder con túnica bordada.
El progresivo descenso de la temperatura contrastó con la intensidad en las cofradías de capa. Un ligero retraso, menor al de años anteriores, y un control exhaustivo de las zonas conflictivas, hasta el punto de provocar cierto malestar en cofrades ante las estampas de calles semivacías por el tremendo celo del dispositivo de seguridad. Todo ello marcaba una jornada de disfrute y tiritones.
La apuesta era una noche sin sobresaltos y las fuertes medidas se centraron en eso por mucho que el precio fuera perder espacios y que el público dispusiera de un menor margen para moverse. Ha sido este un año en el que no se han repetido incidentes como los de 2015, cuando unas carreras en la plaza de la Encarnación dieron lugar al desconcierto y afectaron directamente a las hermandades del Silencio y Los Gitanos, lo que ha llevado este año al CECOP a limitar la entrada de público en esta zona. La seguridad se ha reforzado como el resto de la semana, con un total de 1.789 policías nacionales, 112 agentes de la guardia civil y 1.100 policías locales.
Durante la noche y a través de las redes sociales el Ayuntamiento ha lanzado mensajes como “Si oyes un ruido, no corras y mira tu móvil”, animando a los ciudadanos a preguntar a la Policía por la información oficial para evitar rumores. Y moverse con diez grados bien entrada la noche, y seis en su último tramo antes de su punto más bajo con el amanecer, era una necesidad palpable.Con todo, la recuperada tranquilidad bien merecía un esfuerzo. Y que de una vez por todas la atención fuera exclusiva de las cofradías y no de ningún elemento colateral.
El Silencio, El Gran Poder y El Calvario cumplieron con creces sus horarios de entrada en sus templos con una puntualidad extraordinaria. Así, El Silencio ya estaba en San Antonio Abad pasadas las 06:05 horas. Gran Poder, por su parte, hizo lo propio en torno a las ocho menos diez en la basílica. El Calvario cumplió también y estuvo en su templo de la Magdalena entradas las ocho y cuarto de la mañana. La Macarena, Esperanza de Triana y Los Gitanos entraron completamente pasadas las dos de la tarde en San Gil, la capilla de los marineros y el templo de Nuestro Padre Jesús de la Salud.