El Congreso del estado de Coahuila (México) acordó que la infidelidad salga cara al aprobar pensiones alimenticias cuando se termine con una relación extramarital, aún cuando ésta no haya procreado… es decir, cuando no haya hijos de por medio.

Según la Ley para la Familia aprobada por los legisladores, será obligatorio entregar una pensión a la persona con la que se tuvo una relación –aún estando casado-, para no dejar “desprotegida” económicamente a la amante.

Señala que el derecho a la pensión tendrá lugar cuando la relación de pareja esté fundada en la afectividad, el consentimiento y la solidaridad aceptadas. Además, se deberá demostrar que existió una relación más o menos estable, aunque una de las partes esté casada o viva en concubinato. Otro requisito más es demostrar que existía una dependencia económica.

El tiempo de duración de la entrega de la pensión será igual al que haya durado la relación. Eso sí, “no podrá reclamar alimentos quien haya demostrado ingratitud”.

Como en otro tipo de pensiones, éstas se dejarán de entregar cuando el dependiente encuentre alguien más a quien amar… o contraiga nupcias, esté en concubinato, o en su defecto (es un decir) simplemente se encuentre en una nueva relación estable de la que reciba apoyo económico.