LG.- El Gobierno municipal de Ahora Madrid ha prohibido la presencia en la cabalgata de Reyes del distrito de Carabanchel del único colegio religioso que quería participar, el Arenales. Se trata de un centro concertado católico que imparte un “modelo educativo y de trabajo basado en una visión cristiana del hombre y del mundo”. Mientras, la Conferencia Episcopal Española mantiene un sorprendente silencio ante los numerosos ataques institucionales a los símbolos católicos.

Desde el Consistorio defienden esta decisión argumentando que en el interior del colegio existen “clases segregadas” de niños y niñas y que por tanto no se respeta el principio de no discriminación “por género, edad, sexo o cualquier otro criterio” que la comisión organizadora del evento fijó como requisito para la participación.

Fue el pasado día 17 cuando la junta de distrito comunicó a los padres de los 800 alumnos del colegio Arenales que no podrían unirse al recorrido con su carroza porque su presencia no es compatible con el “criterio político” que Ahora Madrid pretende imponer a este tipo de celebraciones, según recoge La Razón. El diario también se hace eco de laindignación de las familias: “aquí no hay alambradas ni muros de contención que separen a los niños de las niñas. Los únicos que están discriminando a estos niños son ellos”, señalan.

“‘¿Por qué no podemos participar, mamá?”

La madre de una alumna del Arenales, Carmen Baza, dice sentirse “sorprendida y disgustada, sobre todo porque han roto la ilusión depositada tanto por los niños como por nosotros, los padres”. “Nos gustaría saber cuáles han sido los motivos que ha llevado al Ayuntamiento a tomar esta decisión”, añadía.

Carmen Baza explicaba además que lo más difícil ha sido transmitir la prohibición a sus hijos. “Les hemos explicado a los niños que no pueden participar en la cabalgata, y ellos nos preguntan por qué”.

Discriminados por sus ideas pedagógicas y religiosas

Esta madre valora el veto a participar en la cabalgata por parte del Ayuntamiento de Madrid -que no comparte sus ideas pedagógicas y religiosas– como una discriminación. “Nos han discriminado, sin ninguna duda”, ha indicado. El Gobierno de Manuela Carmena ha tomado esta decisión a pesar de que elartículo 27.3 de la Constitución españolaestablece que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

El centro no había solicitado ninguna subvención y eran los padres quienes iban a correr con los gastos tanto del alquiler del camión como de la decoración y los disfraces de todos los participantes. Pero los preparativos han tenido que ser paralizados. Ante la polémica generada, el Consistorio ha salido al paso de las críticas asegurando que “no se han quedado fuera por ser católicos”. “En Madrid participan muchas parroquias y colegios concertados, pero este realiza discriminación de sexo y la Junta ha decidido no incluirles”.

Sin embargo, la educación diferenciada solo se impartiría a dos clases de dos cursos diferentes del centro, es decir, al10% del total de los 800 estudiantes. No obstante, antes de comunicarles la decisión a los padres y madres del centro, la jefe de la Unidad de Actividades Culturales del distrito, Silvia Martín, les preguntó si en el colegio existe discriminación entre niños y niñas en las clases. Estos aclararon que “el colegio considera que en determinados momentos los niños estén en una clase y las niñas en otras” y negaron que exista tal discriminación. Aún así, la respuesta que se encontraron fue clara: “este tipo de centros tienen una filosofía contraria al estilo de la cabalgata”.