Un gran operativo compuesto por 600 profesionales de diferentes departamentos de la Policía ha iniciado esta mañana el desalojo de unos 300 okupas establecidos en el histórico colegio mayor universitario San Juan Evangelista de Madrid, conocido como «El Johnny».

Según han indicado fuentes de la Delegación del Gobierno, la operación ha comenzado a las 06.00 horas de la mañana por orden del juzgado de instrucción número 12 de Madrid, cuyo auto ordena que el edificio sea entregado a la Universidad Complutense de Madrid una vez quede vacío. La Policía ya ha detenido a 75 personas, gran parte de ellas por infracciónd e la ley de Extranjería y al menos dos por reclamación judicial, en el desalojo.

En el desalojo del centro, ubicado en las inmediaciones del campus de la Complutense y famoso por su antiguo club de jazz, los agentes han identificado ya a cerca de 300 personas y han encontrado bicicletas del servicio público de alquiler Bicimad. Han participado en el dispositivo policial equipos de los agentes de la UIP, unidades caninas, UPR, grupos de operaciones de intervención técnica y técnicos de extranjería, entre otros.

La Complutense reitera en un comunicado su voluntad de reabrir, con la «mayor celeridad posible», el San Juan Evangelista recuperando su papel «singular y fundamental dentro de la cultura de Madrid». El rector de la Complutense, Carlos Andradas, ha incidido en la necesidad de que «El Johnny» «sea de nuevo el foco de cultura, creatividad, libertad y diálogo que contribuyó a enriquecer la sociedad madrileña y española.»

Alude la universidad al conflicto que desde 29 de julio de 2014 mantiene con Unicaja, que entregó las llaves del edificio al renunciar a la concesión, y entiende que la entidad abandonó «de manera unilateral sus instalaciones, incumpliendo gravemente sus obligaciones como concesionaria», motivando ese abandono la okupación del inmueble por «un número indefinido de personas sin ninguna garantía para su seguridad ni salubridad de las instalaciones, habiéndose incluso modificado las fuentes de energía sin control profesional alguno».

«Desde la ocupación del inmueble, los incidentes en el San Juan Evangelista han sido múltiples y constantes, incluyendo algunas explosiones, fiestas masivas y reyertas, que han obligado a la frecuente presencia del SAMUR y de la policía, y que han puesto en grave riesgo la seguridad de las personas en él instaladas y de los vecinos, así como del propio inmueble y edificaciones colindantes. Las quejas de los vecinos y Colegio Mayores colindantes han sido, también, continuas».