Reproducido.- ¿Hasta cuándo señor Rajoy vamos a estar esperando que se digne hacer algo con respecto al tema catalán? ¿Hasta cuándo?

¿Cuándo lo va a solucionar? ¿El año que viene? ¿Dentro de tres o cuatro años? Eso será si los españoles que creemos en España, cosa que dudo mucho, usted tenga este sentimiento patriótico, tenemos la “debilidad” de votarle otra vez, pues vista su actuación durante estos últimos cuatro años, no lo veo factible. Disculpe que se lo diga, Sr. Rajoy; usted no sirve para Presidente del Reino de España, nuestra patria, pues teniéndolo todo, todo lo ha perdido. Tiene mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y le pregunto ¿De qué le ha servido? ¿Cree en conciencia que ha actuado como debiera haberlo hecho? Ha malgastado e infrautilizado el poder que los españoles le hemos dado. Hubiera hecho mejor quedándose en su casa. Usted no sirve para político.

¿No se le cae la cara de vergüenza que la Comunidad de Cataluña le toree como lo está haciendo? ¿Hace algo para evitarlo? Evidentemente no. A lo único que se limita es aparecer, y sólo de vez en cuando, en los medios de comunicación y con cara de una seriedad mal fingida nos dice a los españoles. “No voy a permitir la independencia de Cataluña” ¿Y ahora qué? ¿Ha pensado como hacerlo? Y si así es ¿Por qué no lo dice? Pues no lo dice, porque sencillamente no sabe cómo hacerlo. Le falta autoridad ante esta situación tan crítica para España. La autoridad hay demostrarla ejerciéndola. El que tiene el mando, manda. Así de simple.

¿Ha pensado alguna vez que el problema con Cataluña tiene fácil arreglo legalmente? ¿Se ha leído alguna vez la Constitución que juró defender? ¿Se ha leído todos los artículos que la componen? No lo creo, porque si no, es incomprensible que no haya utilizado los mecanismos que la Constitución le concede para parar este desaguisado, del cual el único culpable de que no se solucione de una vez por todas es usted. Sólo usted. No los catalanes. Usted.

Todo lo que hace, en ese tema, se reduce a esperar y ver, ver y esperar. Pero esperar ¿a qué? ¿A que venga el Espíritu Santo y le solucione el problema que usted no ha podido, ni sabido solucionar? ¿O prefiere esperar a que se celebre el famoso referéndum catalán en el mes de septiembre? Sería tarde, muy tarde. “A grandes problemas, grandes soluciones” dice un refrán tan sabio como antiguo. Aplíquelo ahora, que está a tiempo. Luego será tarde.

Muchos españoles estamos cansados de sus decisiones imprecisas y de sus indecisiones, siempre esperando el último momento ¿Para qué? ¿Qué consigue con esa actitud? Pues por lógica, que va a perder todavía muchos más votos de los que ya perdió en las últimas elecciones, pero entonces, aparte de lo que ya hubiera pasado en Cataluña y por ende en España, su partido, el de la mayoría absoluta, va a caer como una piedra ¡Es todo un éxito! Para felicitarle.

¡Actúe con autoridad alguna vez!