En España, un tercio de los adolescentes y jóvenes extranjeros ni estudia ni trabaja, y cuatro de cada diez han dejado la escuela prematuramente, sin título de FP ni Bachillerato, tasas que doblan las de los españoles.

El propio fenómeno de la inmigración, unido al aumento del paro en sectores que contrataban personal de otras nacionalidades en una proporción elevada, puede explicar, en parte, los datos de “ninis” de otras nacionalidades. También está relacionado con que el abandono educativo temprano (AET) es más alto entre los extranjeros, añade el Gobierno en una respuesta escrita a una pregunta del diputado de CiU Carles Campuzano.

“Con la crisis económica, la tasa de actividad entre los jóvenes ha descendido de forma muy acusada”, constata el Ejecutivo, que incluye estadísticas de la última Encuesta de Fuerzas del Trabajo de Eurostat de 2014.

Ese año, el 29,3 % de los extranjeros y el 15,4 % de los españoles de entre 15 y 24 años eran “ninis”, con una media del 17,1%. También lo eran el 33,2 % de los extranjeros y el 18,8 % de los españoles hasta los 29 años, con una media del 20,7 %.

En cualquier caso, esos porcentajes han experimentado una tendencia descendente a partir de 2012, cuando alcanzaron, en general, los valores máximos durante la crisis.

Para la Federación de Enseñanza de CC.OO., “no parece muy razonable” contar a los que no estudian ni trabajan a partir de los 15 años, pues la escolarización es todavía obligatoria a esa edad, según argumenta a Efe el responsable del Gabinete de Estudios del sindicato, Miguel Recio.

Más apropiado, prosigue, es la tasa de abandono educativo temprano (AET), de los 18 a los 24 años, ambos inclusive.

En todo caso, precisa, los datos de ambas son “consistentes”. El AET también ha evolucionado en España positivamente, con una curva descendente desde 2008 hasta situarse en un 21,2 % en el primer trimestre de 2015, según la Encuesta de Población Activa (EPA), destaca el Gobierno.

Pero el Gobierno entiende que “no es suficiente” y dista del objetivo de España (15 %) en la Estrategia Europea 2020. El año 2014 se cerró con un abandono escolar medio del 21,9 %, menor en el caso de los españoles (19,1 %), pero en torno al doble entre los alumnos de otras nacionalidades (41,6 %).

“En efecto, los extranjeros, que no llegan ni al 9 % del total del alumnado de las enseñanzas de Régimen General no universitarias, fracasan más en la ESO y se escolariza menos en las etapas postobligatorias”, confirma Recio.

La posible reducción de la tasa de AET, apunta, pasa por “desincentivar” la contratación de jóvenes sin cualificación, estimular la de los preparados, ofrecer plazas de FP y aplicar medidas educativas en ESO para que los jóvenes lleguen a poder cursar Formación Profesional. También el Gobierno entiende que debe seguir trabajándose en medidas como potenciar la FP, que es “imprescindible”.

“Desde el sistema educativo debe intervenirse -defiende- en algunos de los problemas estructurales que han afectado decisivamente a la situación laboral de los jóvenes, como son la alta tasa de abandono escolar temprano y el bajo porcentaje de jóvenes con niveles medios de formación”.

Insiste en que la Lomce tiene como objetivo transversal la reducción del AET y menciona la nueva FP básica, sus posibilidades de graduarse en ESO y de acceder a ciclos formativos medios.

También “se facilita” el tránsito entre la FP media y la superior, mientras que la de tipo dual “incrementa la vinculación y la corresponsabilidad del tejido empresarial con la Formación Profesional del sistema educativo” y la transición de los jóvenes al empleo.

La matriculación de FP dual se ha multiplicado por 3,77 entre los cursos 2012-2013 y 2014-2015, hasta 16.129. Las empresas participantes han pasado de 513 a 4.833. La matriculación de toda la FP ha aumentado cerca de un 30 % en tres cursos, de 610.860 a 793.034 alumnos entre todos los niveles y modalidades (incluida la FP básica).

No obstante, CCOO segura que el aumento del curso pasado (2014-2015) no llega al 2 % y añade que el Ministerio de Educación está “inflando la cifra” con la FP básica. “La matrícula en FP aumentó con el inicio de la crisis, pero ahora no crece apenas. Para asemejarnos a la UE debe subir mucho más”, alerta Recio.