En la cuenta atrás del año electoral el equipo económico del Gobierno trabaja ya en una nueva rebaja de impuestos. Las nuevas medidas podrían incluirse en el programa electoral con el que el partido de Mariano Rajoy se presentará a las elecciones generales que celebrarán en menos de un año. Sin embargo, las rebajas tributarias podrían ver la luz antes, en los próximos meses, si la evolución de los ingresos tributarios lo permite. Y parece que sí lo hará.

La mejoría económica en nuestro país es ya una realidad. Ha permitido que con un crecimiento del 1,4% el pasado año se crearan más de 400.000 puestos de trabajo y que los ingresos del Estado comiencen también a recuperarse después del desplome de la recaudación sufrido por la crisis económica y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Las arcas públicas dejaron de recaudar 70.000 millones de euros en apenas dos años.

Ahora la situación ha comenzado a cambiar. Hasta el pasado mes de noviembre la recaudación creció en más de un 4% y la previsión para el cierre de 2014 está en torno a ese porcentaje. Las cuentas del Estado para 2015 prevén que los ingresos tributarios, antes de la cesión a los entes territoriales, ascenderán a 186.112 millones de euros, un 3,5% más. Pero los datos de los primeros meses hacen pensar al Ejecutivo que este crecimiento será mayor.

Estas circunstancias son las que permiten al Gobierno estar ya diseñando una nueva rebaja impositiva, entre ellas la que afecta al IVA cultural, que bajará desde el 21% actual hasta el 10%, tal y como avanzó este periódico el pasado 9 de marzo. Una medida que apenas tendrá un coste de 200 millones de euros en las arcas públicas, pero que pacificará a un sector muy combativo con el Ejecutivo en los últimos años y también muy tocado en lo económico, pese a que el pasado ejercicio registrara la mejor taquilla de la historia. Sólo en 2013, primer año de la subida, la recaudación neta del mundo de la cultura cayó un 22%.

En su reciente viaje a Guatemala el jefe del Ejecutivo confirmó que el Gobierno tiene en la agenda la reducción del impuesto que grava el consumo aunque, tal y como avanzó este periódico, busca el momento para anunciarlo. Apeló a la «prudencia» para no dar una fecha concreta, aunque dejó claro que «mi objetivo es bajar más impuestos e incrementar el gasto público en algunas partidas».

Ahora de lo que se trata es de volver a la situación anterior al 1 de julio de 2012 para el mundo de la cultura, pero también para otros sectores que en julio de ese año se vieron afectados por la dramática situación financiera del país, que forzó al presidente del Gobierno, en contra de su programa electoral y presionado por los socios europeos, a subir el IVA, el impuesto más sensible ante los cambios fiscales y que tiene un efecto más inmediato en la economía. La mejoría económica y el alza del consumo permitió al Estado recaudar sólo en 2014 -los últimos datos son hasta noviembre- un 8,3% más por este tributo.

Otro colectivo que se verá favorecido es el de las peluquerías, que vio también como el IVA que soportaban crecía desde el 8% hasta el 21% en 2012. La idea ahora es dejarlo en el 10%, en el tipo reducido. Hay que recordar que el tipo general del impuesto aumentó tres puntos, desde el 18% hasta el 21% y el reducido pasó del 8% al 10%. El superreducido se mantuvo en el 4%.

Perdidos 35.000 empleos

La rebaja que prepara el Gobierno popular supondrá un soplo de aire fresco para las peluquerías. Ayudará a sostener un sector duramente castigado por la crisis que sólo entre 2012 y 2013 ha visto como cerraban más de 17.500 establecimientos y se perdían 34.000 puestos de trabajo. La elevada fiscalidad y también el aumento de la economía sumergida tras el cierre de centros que se ha producido en los últimos años han supuesto un duro golpe para este colectivo.

El otro ámbito que verá rebajar su IVA son los productos de parafarmacia. El impuesto que soportan cosméticos, productos de higiene personal y otros bienes de farmacia, que no son medicamentos, también creció hasta el 21%, como también lo hizo en el sector taurino. En 2012, el IVA de las corridas creció desde el 18% al 21% y el de las novilladas pasó del 8% al 21%, trece puntos más. Alzas que también fueron muy contestadas por el sector por considerarlas un durísimo golpe a la Fiesta.

Bruselas no ve mal las bajadas previstas teniendo en cuenta, por ejemplo, que la cultura española soporta uno de los impuestos al consumo más altos de Europa. Reino Unido aplica un 20%, pero hay otros países con los que la diferencia es mucho mayor. En Francia, Hollande redujo el IVA cultural a un 5,5% (Sarkozy lo había situado en el 7%) mientras que en Alemania el tipo se sitúa en un 7%. En Italia, los espectáculos teatrales, el cine, la ópera y el circo cuentan con un IVA del 10%. En otros países como Portugal, la cultura tiene un IVA del 13%. Todos ellos por debajo del 21% de España.

A Bruselas lo que le preocupa es que la reforma fiscal deteriore la capacidad de recaudación de España y comprometa la reducción del déficit público prevista para 2015 y 2016. En concreto, la Comisión prevé que España cumpla con el objetivo de reducción del déficit para 2014 (5,5% del PIB). Estas expectativas se mantienen para este año, cuando se debe rebajar al 4,2% del Producto Interior Bruto.

A finales de 2014 los socios europeos ya reclamaron al Gobierno que tomara las «medidas necesarias» dentro del proceso presupuestario para 2015 para asegurar el cumplimiento de sus objetivos de reducción de déficit público. La respuesta del ministro de Economía, Luis de Guindos, siempre ha sido la misma: «España cumplirá el objetivo de déficit del 4,2% y el crecimiento económico rondará el 2,5%».